Bouzas al fin podrá disfrutar de su cine de verano. El barrio vigués acoge este viernes 3 de septiembre la proyección de "María Solinha" que estaba programada hace un mes y que tuvo que ser pospuesta por culpa del mal tiempo. Los amantes del séptimo arte podrán disfrutar de uno de los grandes éxitos del cine en Galicia, un film de Ignacio Vilar que se visionará en un espacio situado al pie del atrio de la iglesia de Bouzas a partir de las 21:00 horas.
Vigo acoge este tipo de cita cultural que tanto se celebra en otros concellos del área metropolitano. Será una experiencia diferente. Poder ver en un rincón de la belleza y el encanto de Bouzas una película de la talla de "María Solinha" y poder asistir al coloquio junto a su director, el cineasta Ignacio Vilar. La entrada es gratuita y el aforo se completará por orden de llegada. Será obligatorio el uso de la mascarilla y seguir las indicaciones de la organización. El evento está hecho gracias a la unión de la Deputación de Pontevedra, el Liceo Marítimo de Bouzas y la Asociación Cultural Vila de Bouzas, pero también el Puerto de Vigo autorizando el lugar de la proyección, el Concello autorizando la actividad e incluso el párroco permitiendo la pantalla en el atrio.
Esa metamorfosis de Bouzas como sala de cine al aire libre irá mucho más allá del visionado de "María Solinha". El evento contará con la presentación y el coloquio por parte del director de la película, Ignacio Vilar, que con esta obra lleva a la gran pantalla la leyenda de una mujer icónica, condenada por la Inquisición, con un relato que se mueve entre el siglo XVII y el XXI.
Las actrices Grial Montes y Laura Míguez protagonizan la versión contemporánea de la leyenda de una figura visionaria cuyo anhelo de libertad la convirtió en icono feminista. Además, el carismático reparto cuenta con el nominado al Premio Goya Santi Prego (Mientras dure la guerra), con el ganador del Premio Feroz Antonio Durán 'Morris' (Fariña, Dhogs) y con Mabel Rivera (Mar Adentro,, Los fantasmas de Goya). El prestigioso músico lugués Abraham Cupeiro firma la música del filme, en la que incorpora instrumentos milenarios como el carnyx o la caracola.