El concierto de Crystal Fighters en Vigo puso el toque 'indie' a un Auditorio de Castrelos que volvió a colgar el cartel de "no hay billetes" al agotar las 5.000 entradas de pago para el foso. Incluso las colas que hubo para acceder al recinto propiciaron que la banda londinense tuviese que retrasar siete minutos el comienzo del recital de una de las bandas del momento.
Ataviados como una tribu y con el escenario recreando una selva, Crystal Fighters arrancaba la velada más 'indie' de la historia de Castrelos con "Yellow Sun". Ya con los primeros acordes la gente estaba entregada al positivismo y al discurso vitalista de esta banda británica que ha sabido mezclar diferentes estilos como el folk y el electrohouse.
Las miles de personas que llenaban tanto el foso como las gradas de Castrelos seguían entusiasmadas con la música de Crystal Fighters. La locura llegó pronto. Con el segundo tema del recital, "Follow", el cantante se acercó a las personas que se agolpaban en la primera fila contra las vallas de protección.
El público, en su mayoría joven, cantaba y bailaba con las canciones vitalistas de este grupo londinense con raíces navarras que ha sabido sobreponerse al fallecimiento de su batería, el italiano Andrea Marongiu. Quizás ese duelo ha reforzado todavía más esa forma particular de ver la vida. El "Carpe Diem" se ha afianzado en un ADN que ha sido clave para que sean uno de los conjuntos del momento.
Castrelos disfrutó a tope de esas ganas de vivir. Supo absorber esa energía positiva. Precisamente, el "viva Vigo" fue una de las expresiones más utilizadas durante la hora y media que duró el concierto de Crystal Fighters en Vigo.
La banda londinense, que presentaba en la ciudad olívica su último trabajo "Everything Is My Family", dejó para el final los temás más conocidos de su trayectoria. Pasadas las 00:00 sonaron en el Auditorio de Castrelos éxitos como "Love Natural", "At Home" o "You & I". Tras el bis llegaría 'Plage', otro de sus grandes 'hits'.
El momento más emotivo del concierto de Crystal Fighters en Vigo
Al filo de la medianoche, aprovechando la calurosa noche de verano en Vigo, se vivió uno de los momentos especiales de la actuación. Mientras las baquetas del batería inundaban el escenario, el vocalista y el guitarrista se dirigían al público, su gente. Uno en inglés, otro en castellano. "Viva Vigo, viva pachamama". No era una arenga, sino un alegato, un discurso con el que las miles de personas que se dieron cita en Castrelos no dudaron en acompañar levantando sus brazos, entrelazando las manos y chocando las palmas para rechazar todo lo malo. El gesto iba acompañado de un grito, un deseo: PAZ.
La noche más 'indie' de la historia de Castrelos concluía poco después de las 00:30 horas con el grupo británico bajando a saludar a un público entregado durante los 90 minutos que duró el concierto. Tras ese "contacto personal" entre Crystal Fighters y su gente, los miembros de la banda londinense se despidieron de Vigo perdiéndose entre el humo del escenario.