Diez piezas únicas de la exposición "Vigo no tempo" para descubrir el pasado de la urbe gallega

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En pleno centro de Vigo, la Sede Afundación se ha convertido desde el pasado viernes en el lugar ideal para viajar en el tiempo y descubrir cómo se ha forjado la actual urbe gallega. La exposición organizada por la Xunta de Galicia a través de Cidade da Cultura en colaboración con Afundación, "Vigo no tempo", profundiza no solo en el crecimiento de la ciudad olívica, sino también en su identidad. Es un trayecto hacia el pasado para entender el presente. La muestra, de acceso totalmente gratuito, contiene algunas piezas únicas, en las que en Metropolitano.gal hemos querido destacar diez piezas imprescindibles para trasladarnos a ese Vigo de los mitos y leyendas a esa villa que conquistó el título de ciudad gracias a esa gesta que supuso derrotar a las tropas de Napoleón Bonaparte.

Pero como decimos, "Vigo no tempo" es mucho más que historia. La exposición supone que Vigo se ponga ante su espejo y mostrar algunos de sus acontecimientos y eras más destacadas, como el impacto que supuso el conocido como "El Cable Inglés", el Vigo industrial representado en la llegada de Citroën o el Vigo de la Movida en la década de los 80. La muestra comisariada por Manuel Gago y Manuel Bragado se podrá disfrutar hasta el 20 de enero de 2024.

El Vigo que derrotó a Napoleón

La gesta que supuso ser la primera villa en derrotar a las temidas tropas de Napoleón Bonaparte en el contexto de la Guerra de la Independencia permitió a Vigo lograr en 1810 el reconocimiento del título de ciudad "Fiel, leal y valerosa". Este documento histórico, de suma importancia para conocer la importancia de la actual urbe gallega, se puede contemplar en la exposición organizada por la Xunta a través de Cidade da Cultura.

Cipo de Toralla

La presencia del mar hace que a lo largo de la historia exista una gran cantidad de mito. Ese Vigo de las leyendas tiene también su espacio en esta exposición. Así se demuestra en este elemento que cuando fue localizado en el castro de Toralla fue interpretado por algunos historiadores como un hito de carácter religioso de origen fenicio. El cipo de Toralla es una pieza que es testigo de esos largos viajes y de las interacciones culturales entre el Atlántico y el Mediterráneo, una relación que ha cristalizado en historias, universos y prácticas culturales. Esta relación simbólica con el mar en Vigo se ha mantenido a lo largo de los siglos, con la construcción de iglesias cerca del mar como sucede en Bouzas o en Teis.

Los tesoros de la Batalla de Rande

La Bahía de Vigo inspiró a un genio de la literatura universal como Julio Verne para crear una de sus obras más mítica, "Veinte mil leguas de viaje submarino". Esa historia que tenía los tesoros de la Batalla de Rande como principal atractivo también está presente en la exposición "Vigo no tempo" a través de este óleo de autor desconocido que pertenece a la colección de Severo Pardo. Este cuadro que aparece en la muestra están los lugares -la villa-, los castillos, la posición de las armadas...-, pero en el que se percibe que el autor no estuvo realmente en el lugar, sino que se guio por la narración de la escena.

Referente cultural con "La Movida"

El protagonismo de Vigo en los 80 es otro de los puntos imprescindibles de la exposición. Esa década en la que la ciudad vive una explosión creativa y musical sin precedentes en Galicia, por un lado de la mano de la pintura con el Grupo Atlántica y por otro con una corriente de música irreverente que establecía paralelismos con lo que sucedía en Madrid, permitieron poner el foco a nivel nacional en lo que se conoció como "movida viguesa". Algunas de estas bandas icónicas como Siniestro Total, Golpes Bajos u Os Resentidos componen esta sección a explorar a través de imágenes y sonidos, con la reproducción de las fotografías de los grupos más icónicos de esta época, así como la escucha de algunos de sus temas.

El cambio de Vigo en solo 70 años

La exposición permite comprobar el cambio experimentado por Vigo a través de estos dos documentos. En el primero (el de la izquierda), podemos contemplar la que está considerada como la primera imagen conocida de la ciudad. Data de 1597. En ella, podemos vislumbrar un bosquejo que muestra el contexto de inestabilidad de la costa gallega a finales del siglo XVI, expuesta a los ataques de piratas y de tropas enemigas. La imagen permite ver el crecimiento urbano al pie del castro, el Castillo de San Sebastián y las calles organizadas en paralelo al litoral, alrededor de La Colegiata.

70 años después, Vigo muestra otra cara. Es 1667 y podemos ver un plano de Vigo fortificado. La imagen muestra cómo la villa se convirtió en una plaza fortificada con el Castillo de O Castro, el fuerte de San Sebastián y la muralla que rodea la ciudad. La protección fue fruto de la gran inestabilidad del litoral atlántico ante los constantes enfrentamientos de la Corona con otras potencias europeas.

El Cable Inglés y su influencia

La posición geográfica de Vigo permitió la instalación de la Eastern Telegraph Company, popularmente conocida como "El Cable Inglés" (1873). La presencia de sistemas de alta tecnología de comunicaciones y colectivos extranjeros tuvo un gran impacto tanto en la economía como en la sociedad viguesas, desde la internacionalización económica hasta la introducción de la práctica del fútbol con el nacimiento del Exiles FC (1876).

El Exiles FC, del que en la exposición se puede contemplar un balón, tiene una gran importancia en el actual Real Club Celta de Vigo. De aquel equipo creado alrededor de los trabajadores ingleses nacieron otras entidades que fueron el origen del actual Celta. Tampoco falta en la exposición, además de la bandera de "El Cable Inglés", el impresionante Trofeo "Orfos do Mar", de 1949, y que conmemora el partido benéfico disputado entre Celta y Benfica a favor del Orfanato Virxe do Carme de Panxón.

La llegada de Citroën

La historia de Vigo no se puede entender sin la influencia y el impacto de su carácter industrial. Uno de los momentos más importantes en este ámbito fue la llegada a la ciudad en 1958 de Citroën Hispania, un desembarco motivado por la posición marítima de la ciudad y la existencia de la Zona Franca. Primero en unos antiguos almacenes de Aduana y un año después con el traslado a la planta de Balaídos, la factoría se convirtió en un nodo industrial estratégico para Galicia en un signo de identidad colectiva. La furgoneta AZU y el 2CV marcaron los inicios de la producción en Vigo.

La primera mención a Vigo

El primer documento en el que aparece una mención a la actual urbe gallega data de 1097 y se trata de un manuscrito de un pleito entre Vigo con la población de Canadelo por los límites de las tierras. Este texto, además de contener la primera mención escrita del topónimo, tiene como curiosidad el nombre de un ciudadano vigués, Alfonso Vigoiz.

La cuna de "Cantares gallegos"

Vigo fue clave en el nacimiento de una de las grandes obras de la literatura gallega, "Cantares gallegos". Compañel publicó la primera edición del icónico libro de Rosalía de Castro. La importancia de ese "Vigo Editorial" también se puede disfrutar con la exposición de otras piezas literarias de reconocidas editoriales como Krapf, Xerais o Galaxia.

Un viaje al Vigo que no fue

La exposición nos permite contemplar el plano de una base naval en Cíes. El ahora paraíso vigués, que llevó a The Guardian a calificar Rodas como "la mejor playa del mundo", era a inicios del siglo XIX un refugio de piratas y de armadas extranjeros, por lo que se establecieron iniciativas de fortificación para defender a las islas de los ataques de estos enemigos.

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