Cargando… Localización: Cangas. Objetivo: entender el videojuego como una expresión cultural y artística ligado a las virtudes de sus facetas lúdicas y de entretenimiento. Misión: llegar al Museo do Videoxogo y disfrutar de sus más de 300 metros cuadrados de historia, conservación e interacción con más de 2.000 videojuegos y 400 piezas de hardware sobre este universo.
En el área metropolitana de Vigo se encuentra uno de los mayores templos para los amantes de los videojuegos en todas sus facetas. El Museo do Videoxogo (MUVI), localizado en el bajo del número 2 de rúa Aragón de Cangas do Morrazo, nace en el 2019 como el primer museo específico de España sobre esta temática.
“Aló polo 2006, meu irmán, Galo Martínez, e máis eu tivemos as primeiras ideas de crear unha colección visitable de xeito público sobre o videoxogo. Tiñamos un grupo de amigos co que, coma se fose un club de lectura, quedabamos para analizar os títulos dos xogos cos que nos divertiamos, algo que ía máis aló do entretemento e, grazas a eles, e ao froito de moito esforzo, puidemos ir creando as bases e os fondos que actualmente conforman a Fundación e o Museo do Videoxogo”, resume Jacobo Martínez, director del MUVI de Cangas.
La entidad pionera de Cangas cuenta en la actualidad con más de 300 metros cuadrados donde sus salas abiertas al público todos los sábados de 16:30 a 20:30 horas, con entrada libre y una sección de pago, exponen de manera interactiva y divulgativa la historia de casi 50 años de videojuegos en todos sus formatos.
Más de 2.000 títulos de videojuegos
Con más de 400 piezas de hardware dentro de sus fondos, el MUVI posee piezas de gran valor histórico como la Magnavox Odyssey, la primera consola de la historia, de 1972; la Atari Pong, la segunda videoconsola de la historia con el archiconocido juego Pong; o incluso sistemas especialmente curiosos como la Sega Nomad, el prototipo de la primera consola híbrida de la historia solo lanzada en Norteamérica en 1995, o el Osborne 1, el primer ordenador portátil de la historia de 1979.
En lo que se refiere a los más de 2.000 títulos de juegos que posee la fundación, Martínez considera “moi difícil destacar uns pouco, por iso prefiro nomear os últimos aos que estou xogando, como é, nesta ocasión, o Resident Evil 7, o cal estame gustando moitísimo pola súa inspiración no cine de terror dos anos 80”, explica.
Pero dentro de la filosofía del MUVI, estos títulos no solo están expuestos para su divulgación, ya que el museo cuenta con una estancia donde, por un simbólico coste de 2,50 euros, los visitantes pueden interactuar con una selección de sistemas y títulos que se van cambiando, al menos, una vez al mes, para su conservación y así "manter vivas as pezas e que non só sexan un mero obxecto de exposición", detalla Martínez.
Desde máquinas de arcade con el histórico juego Ms. Pac-man, sistemas de los años 80 para poder jugar al Donkey Kong, o títulos más actuales como God of War, son ofrecidos con sus respectivos hardware para poder interactuar con ellos en el museo de Cangas. En este mes de septiembre, y debido al lanzamiento del videojuego Starfield, el MUVI ofrece a sus visitantes no solo este título, sino también otros relacionados con el mundo espacial en sus diferentes plataformas.
“Imos mudando os xogos e os sistemas de xeito orgánico, non só polas tendencias, senón tamén polo que a xente saca a debate. Pero podemos dicir que dentro dunhas semanas imos aproveitar o lanzamento do último Foza Motorsport para presentar novedades potentes no MUVI”, adelanta el director.
Videojuego en Galicia
Además de esta sección interactiva, el MUVI cuenta con un apartado exclusivo donde se resalta el trabajo de videojuego en Galicia. Piezas como “A aventura máxica de Merliño”, “O Misterio das 7 Pezas” o “Arcano”, son algunos de los más de 150 videojuegos que tiene en sus fondos y con las cuales también se puede jugar gracias a instalación de diferentes dispositivos en la sala.
“Queremos rachar coa barreira abstracta de que só as grandes empresas fan videoxogos. Hai moita xente aquí en Galicia desenvolvendoos a través non só da programación, senón tamén da ilustración, traducción ou guionizando, unha chea de elementos que forman parte esencial da creación dunha obra”, resalta Martínez.