Ser niño o niña durante los años 70 y 80 significaba no conocer lo que era un "tiktok", un "streaming" o ni siquiera ver algo en Netflix. La infancia en aquella época se vivía en los parques, jugaba en la calle y se nutría de imaginación. Y solo quienes estuvieron allí pueden entenderlo.
Sin duda, por estas fechas muchos de aquellos niños y niñas pasaban las tardes con un catálogo entre manos marcando qué juguetes querían que les trajeran los Reyes Magos -ni siquiera Papá Noel estaba de moda entonces-. Ahora, podrán revivir aquellos días con una exposición que está a punto de aterrizar en el área de Vigo.
- Te puede interesar: Identifican el primer videojuego 'made in' Galicia y se puede jugar gratis en Cangas
El Obradoiro de Estudios Locales Fernando Monroy inaugura este sábado 21 de enero a las 17:30 horas en el Multiusos de la Xunqueira (Redondela) una exposición de juguetes de los años 70 y 80. La muestra llega gracias a la colección de Antonio Martínez Vázquez, propietario de las piezas, que lleva toda una vida con esta recopilación.
La última tecnología en su tiempo, juegos de mesa, auténticas piezas de arte como trenes eléctricos o clásicos como coches o Telesketch. Estos son algunos de los instrumentos que estarán desde este sábado en la exposición del Multiusos de la Xunqueira de juguetes de las décadas de los años 70 y 80. La iniciativa, impulsada por el Talleres de Estudios Locales Fernando Monroy, sale adelante gracias a tarea de Antonio Martínez Vázquez, especialista en historia del arte, que es el dueño de estas piezas que lleva conservando desde su infancia.
Precisamente, la apertura de la muestra contará con el propio Antonio Martínez Vázquez, que podrá contar alguna de las historias de los juguetes y responder a dudas de curiosos porque la presentación es abierta al público general. La muestra estará expuesta hasta el próximo 6 de enero para hacerla coincidir con estas semanas de Navidad en las que los juguetes son protagonistas y los mayores podrán explicar a los niños de hoy los instrumentos que servían para divertirlos hace treinta, cuarenta o cincuenta años. Todo un mundo de diferencias.