La vinculación de Baiona con el Atlántico y la pesca se pierde en el origen de los tiempos: la encontramos en su paisaje, su economía, su historia y su patrimonio. Son muchas las opciones de turismo en barco, pero, desde esta primavera, podemos llegar a tocar el alma mariñeira del lugar haciendo una salida al mar y convirtiéndonos en pescadores por unas horas.
Severino Casal Diz tiene más de 25 años de oficio en la mar. Conoce la ría de Vigo como la palma de su mano y ahora, desde Baiona, acaba de poner en marcha su proyecto de pescaturismo con la embarcación tradicional ‘Nuevo Migueliño’. Sus exclusivas salidas, para un máximo de cuatro participantes a bordo, permiten conocer en primera persona todo el esfuerzo que se encuentra detrás de cada kilo de pulpo, centolla o cualquier otro producto que se captura cada día en la ría de Vigo.
Esta experiencia inmersiva da la oportunidad de conocer diferentes artes de pesca, ver cómo se capturan las distintas especies de pescados y mariscos, saber cómo diferenciarlas e incluso degustar alguno de los productos de la ría. Es, por tanto, una actividad que descubre el mundo de la pesca artesanal sostenible, conciencia sobre ella y, al mismo tiempo, permite disfrutar de sorprendentes sensaciones a bordo: entre ellas, las impactantes vistas de la cara oculta de las islas Cíes y el revitalizante frescor salado de brisa atlántica.
Una jornada de pesca que comienza el día anterior
“Lo que más llama la atención a la gente es todo el esfuerzo que hay detrás de esta actividad”, explica Seve en la víspera de su primera salida, mientras navega con el “Nuevo Migueliño” hacia un horizonte que anuncia un rosado atardecer. Es lunes, faltan pocas horas para que caiga el sol y al día siguiente por la mañana tendrá su primera excursión de pescaturismo, así que las redes tienen que quedar largadas esta tarde. No solo debe elegir un lugar de buena pesca, también ha de ser una zona al abrigo de los vientos, para que la experiencia turística sea lo más cómoda y agradable posible.
Junto a Seve va su tripulación, compuesta por José Álvarez Pousa (Xosé) y José Luis Fernández (Jose). Los tres suman más de 50 años en el mundo de la pesca, un oficio que viven con verdadera pasión. Se les nota por cómo hablan, la forma segura y ágil con la que se mueven mientras trabajan y la ilusión con la que nombran y enumeran todo lo que vamos viendo durante nuestra travesía rumbo a Cíes (islas, islotes, cabos y faros…) y también lo que no se ve (vientos, bajos rocosos, etc.).
Una vez en destino y parada la embarcación, se intensifica el movimiento a bordo: hay que largar los dos ‘miños’, redes de uso muy extendido en la pesca tradicional gallega que permiten capturar una gran variedad de especies. Con los aparejos ya listos, toca volver a tierra. Por la mañana, con todo preparado hasta el último detalle, la tripulación recibirá a las cuatro personas que harán el primer viaje de pescaturismo del ‘Nuevo Migueliño’: un profesor universitario inglés y tres de sus alumnos.
Así es el viaje de pescaturismo en la Ría de Vigo
A las 9:00 horas de este pasado martes día 15, el profesor de la University Centre Sparsholt George Hide y tres alumnos de su asignatura sobre Aquicultura y Gestión Pesquera llegan al muelle para convertirse en los primeros pescaturistas del ‘Nuevo Migueliño’. Dentro de un viaje de estudios que cada año realizan a Galicia para conocer el funcionamiento de diferentes puertos y entidades relacionadas con el sector, por primera vez visitan Baiona. El objetivo era que los alumnos pudieran vivir una experiencia pesquera tradicional en primera persona.
Después de la bienvenida y la información sobre medidas de seguridad, comenzaba la travesía aprovechando el día soleado y un mar bastante tranquilo. El profesor y sus tres alumnos recibieron explicaciones sobre cómo se recoge el aparejo, las diferentes especies que se van capturando, en qué casos se guardan como capturas y en qué casos hay que devolverlas al mar.
La pesca de ese día incluyó centollas, maragotas, cazón y raya, entre otras especies y, además, el grupo realizó una degustación de centolla a bordo. A lo largo del recorrido, los cuatro visitantes se interesaron especialmente por las características de cada especie capturada y la forma en la que se trabaja con el arte de los miños, cuestiones que tanto Seve como el resto de tripulación iban explicando según iban desempeñando sus respectivas labores.
Como conclusión, el profesor inglés se mostraba satisfecho de la experiencia. “Esta actividad es perfecta para nosotros”, aseguraba, al tiempo que se mostraba sorprendido por “la gran variedad de especies que se pueden observar” y también por “la dureza de este trabajo, especialmente porque requiere muchísimo esfuerzo sin saber cuánto vas a pescar cada día”.
El duro trabajo de la pesca tradicional
El ‘Nuevo Migueliño’ es un barco de madera de 11 metros de eslora en el que se desarrollan estas experiencias de pescaturismo desde Baiona. Tras años en desuso, Seve se lo compró a la familia de Xosé y lo mandó restaurar a un carpintero de ribeira. Había que devolverle la operatividad, pero también era necesario incorporar mejoras específicas para compaginar la actividad extractiva con la turística. El resultado de la restauración ha sido más que satisfactorio, por lo que existe sintonía total entre barco y patrón. “Esta embarcación fue construida en 1972 y yo nací el año antes”, indica Seve, bromeando con la cercanía de edades.
Por su parte Xosé, baionés hijo y nieto de los anteriores propietarios del ‘Nuevo Migueliño’ y ahora miembro de la tripulación, habla del pesquero como si se tratase de un ser querido o familiar. “Yo me crié en el barco”, afirma sin perder la sonrisa en ningún momento de la jornada. Mientras tanto, su compañero Jose empieza a echar cuentas y se percata que ya ha llegado a su mayoría de edad en el oficio: 18 años en el mar. Y confiesa algo con lo que los tres están de acuerdo: “esto tiene que gustarte, porque es mucho el esfuerzo que se hace cada día”.
Cómo hacer pescaturismo y turismo marinero en Baiona
La salida de pescaturismo con el ‘Nuevo Migueliño’ es una experiencia exclusiva, puesto que un máximo de cuatro personas pueden ir a bordo del barco junto a la tripulación. Existen varios planes, desde excursiones de mañana hasta pesca a última hora de la tarde, todas ellas con su correspondiente degustación. La travesía es confortable, si bien para las personas que tienen cierta predisposición a marearse en barco no está de más tomar precauciones.
Estas actividades tienen precios que van desde los 95 a los 120 euros por persona (con descuentos para público infantil), dependiendo de la opción y el lugar de pesca que se prefiera, y están disponibles en diversas plataformas de reserva. Desde Bluscus ofrecen hasta tres opciones distintas: pesca por la ensenada de Baiona y Monteferro, una ruta al atardecer o la salida hasta Cíes. Por su parte, en PescaTurismo Spain tienen también la opción de Cíes.
La experiencia de pescaturismo también se puede completar con la posibilidad de que las personas que han navegado a bordo del ‘Nuevo Migueliño” puedan adquirir, a través del servicio que presta la lonja de Baiona, alguno de lospescados capturados durante la salida.
Y si, tras haber probado el pescaturismo, hay a quien le quedan ganas de seguir descubriendo los secretos del mar, en Baiona también hay disponibles otro tipo de experiencias. Por ejemplo, en turismo marinero llevan un tiempo en marcha las rutas de la sardina y del marisqueo a flote para la extracción de almeja.
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