SonRías Baixas, el festival de la diversidad

Publicidad

Ha pasado ya un día del colofón del SonRías Baixas 2017. Esta edición quedará como una de las más diversas de la historia de este evento que ha sabido mezclar diferentes estilos musicales como la rumba catalana de Estopa, el rock de Arco o el punk-reggae de Todos Tus Muertos. Fueron tres días donde lo más importante no era el estilo musical, sino, simplemente, disfrutar.

En Metropolitano.gal quisimos que todos fueseis partícipes del ambiente del SonRías Baixas 2017 el día en el que el certamen se despedida. Era un adiós por todo lo alto. La presencia de Estopa se notaba ya minutos antes de la apertura de puertas. Gente de diferentes puntos de Galicia y España hacían cola para ocupar ya la primera fila del Escenario Super Bock.

La velada la abrió Arco. El proyecto personal del cantante de El Puchero del Artelano dio el comienzo perfecto para la gran noche de un público del SonRías Baixas que ya calentaba para rememorar los éxitos que llevaron a Estopa a ser una de las bandas más potentes de la música nacional a comienzos del milenio. Pero antes de la llegada de los hermanos Muñoz, Arco supo dejar su huella en el festival poniendo el ingrediente 'rock' a la tercera y definitiva jornada del festival.

El recital de Antonio Arco finalizaba pasadas las 21:00 horas. Era el momento de prepararse para la locura que iba desatar Estopa. La cola que había para entrar al recinto provocó que se retrase la actuación de los hermanos Muñoz, que interpretaron sobre el Escenario Super Bock temas que ya forman parte de la historia de la música nacional como "Por la raja de tu falda", "Tu calorro" o "Como camarón".

El dúo catalán recibió el cariño de los miles de asistentes que llenaban el recinto del Multiusos da Estacada para rememorar la música con la que crecieron las generaciones del nuevo milenio. Después de dos horas de concierto, Estopa agradeció el cariño de un público que no solo procedía de Bueu o el sur de Galicia, sino que gente de Argentina, Astorga y otros puntos de la geografía de la española hicieron parada este fin de semana en O Morrazo para disfrutar del espectáculo y de la rumba catalana que ofreció Estopa.

Y de locura en locura. Llegaba la medianoche. La luna llena y la brisa se convertían dos asistentes más del Festival SonRías Baixas 2017. Los festivaleros, de todas las edades, afrontaban el 'sprint' final con la mezcla de estilos y el folcrore de los bosnios Dubioza Kolektiv, que hizo bailar a todos los que se agolpaban sobre el Escenario Super Bock del Multiusos da Estacada. Zoo y el DJ SonRías fueron los encargados de prorrogar la fiesta hasta a altas horas de la madrugada.

Casa SonRías, la 'bonus track' del SonRías Baixas

El Festival SonRías Baixas 2017 quiso despedirse a lo grande. Por ello, el programa de actividades del tercer y definitivo día del evento duraba más de horas. Era una jornada intensa, plagada de actos en los que música, cine y gastronomía se convertían en los grandes protagonistas de este evento que está enmarcado en el calendario de "Festivais Rías Baixas".

La fiesta arrancaba al mediodía en el Escenario Pescanova que se ubicó en la playa Banda do Río. The Soul Breakers daba el pistoletazo de salida a una jornada de conciertos en el arenal buenense que se prolongó hasta las 18:00 horas con las actuaciones de Wöyza, Hexany y Guerrera.

Uno de los platos fuertes (disculpas por el chiste fácil) de la Casa SonRías fue ver a los Poetarras en los fogones preparando un rodaballo asado con angulas al ajo y gambón. Los festivaleros "más madrugadores" pudieron degustarlo en formato de tapa.

A las 17:30 horas, el séptimo arte también tuvo su protagonismo en esta 15ª edición del SonRías Baixas. Durante 90 minutos se proyectaron los cortometrajes del FIC Bueu en el Centro Social do Mar.

Pulseras cashless, la gran novedad del SonRías Baixas 2017

En esta edición, el Festival SonRías Baixas ha incorporado las pulseras cashless, que eran el único modo de acceder al recinto y la única forma de pago para adquirir comida, bebida o merchandising.

La pulsera cashless se podía cargar en los puntos ya establecidos por la organización dentro del recinto. El dinero se podía abonar tanto en metálico como en efectivo.

Los que todavía tengáis dinero en vuestra pulsera cashless debéis cubrir este formulario entre los días 7 y 12 de agosto para que la organización del Festival SonRías Baixas 2017 os devuelva el dinero. La operación tiene un coste de 1 euro y podréis solicitarlo todos aquellos que tengáis un importe superior a 2 euros. Para cubrir el cuestionario es importante que no tiréis la pulsera hasta el día 7, pues en el dorso está el localizador o serial con el que sabrán el dinero que no habéis gastado en el festival.

Pulseras cashless del SonRías Baixas // Alba Sotelo
Salir de la versión móvil