No fue un domingo cualquiera en Vigo. Las calles amanecieron tranquilas. Las carreteras, prácticamente vacías. Sin embargo, esa tranquilidad que uno se encuentra un domingo por la mañana en la urbe gallega se rompió al mediodía. Ese era posiblemente uno de los objetivos de la movilización convocada por la Plataforma AVIBE, colectivo que aglutina a las parroquias de Beade, Bembrive, Sárdoma y Castrelos. "Si los coches vienen a nuestras casas; llenaremos el centro de coches", señalaba hace unos días a este diario Ana Pascual, miembro de la plataforma.
Y así fue. La manifestación rodada partía a las 11:00 horas desde Baruxáns, justo el lugar donde se proyecta el inicio del polémico vial. Un total de 220 vehículos, la mayoría de ellos customizados con elementos de la naturaleza para simbolizar el rural, pusieron rumbo al corazón de Vigo. Alrededor de las 12:00 horas, la comitiva aparecía en Praza de España para regalar una de las imágenes más simbólicas de la jornada. Reunidos en el carril central de bajada en la Gran Vía, decenas y decenas de vehículos hacían sonar sus bocinas para expresar su rechazo al vial de Beade y clamar por la "salvación del rural vigués".
Además de AVIBE, la movilización de esta mañana también fue convocada por la Asociación Bembrive en Pé, un movimiento vecinal que denuncia el efecto que tendría en esta parroquia viguesa la construcción de la alternativa a la A-55 Vigo-O Porriño. Este colectivo ha nacido con la intención de organizar el malestar que genera entre las vecinas y vecinos esta obra que califican como un "atentado a Bembrive".
"Beade di non ao vial", "SOS Bembrive", "Bembrive non se rompe" o "Rural en loita" eran algunas de las pancartas que componían esta multitudinaria manifestación rodada que prosiguió su itinerario por otros puntos del centro de la ciudad olívica como la calle Lepanto, Alfonso XIII, García Barbón, República Argentina, Rosalía de Castro, Serafín Avendaño, Avenida de Beiramar, calle Coruña, Avenida de Castrelos y regresa ya por la Avenida Clara Campoamor.
Durante la protesta, además del rechazo frontal a la construcción del vial, los manifestantes también criticaron la actitud del Concello, personalizando en el alcalde de Vigo, Abel Caballero, su apuesta por hacer esta infraestructura que supondría el derribo de once viviendas y, como denuncia la plataforma AVIBE, el empeoramiento de la calidad de vida de los habitantes de esta zona del rural de la ciudad. Pancartas como "Abel caballero mentireiro" formaron parte también de la manifestación rodada que llenó de coches este domingo el centro de la urbe gallega.
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