El Celta se ha topado con una muralla. El equipo vigués se adueñó del balón durante prácticamente todo el encuentro, pero la solidez del Cádiz atrás ha impedido al cuadro celeste sumar un triunfo que le acercase a esa salvación matemática que tanto anhela el Chacho Coudet. El entrenador del Celta ofreció un once con pocas sorpresas. El técnico argentino apostó por la lógica sobre el dilema de quién supliría a Santi Mina. Facundo Ferreyra era el elegido. Las otras novedades en la formación inicial eran el regreso de la pareja de centrales habitual. Volvían Araújo y Murillo en detrimento de Aidoo y Fontán. El equipo vigués pronto mostraba sus credenciales para asaltar el Carranza. Intentaba construir su victoria a través de la posesión del balón frente a un Cádiz que, cómodo con la propuesta viguesa, tiraba de solidez para intentar desequiibrar la contienda a balón parado o en una contra.
El primer acto estuvo igualado. Un bonito duelo entre dos formas de entender el fútbol. El Cádiz, con sus armas, fue el primero en coquetear con el gol. Primero, una acción individual de Rubén Sobrino puso a prueba a Iván Villar y, posteriormente, el guardameta de Aldán sacaba una buena mano a un disparo de Malbasic que se estrellaba contra la madera. El Celta dominaba. Llevaba el tempo del partido, pero en los primeros minutos de juego tan solo había creado peligro a través de un disparo de Nolito que no logró atajar Ledesma.
El cuadro celeste fue creciendo. Lo hace siempre que Denis Suárez se erige en "playmaker". El de Salceda de Caselas empezó a generar fútbol y el Chacho Coudet vio la vía para derribar la muralla cadista. La clave estaba en las bandas. En los laterales. El ataque celeste debía arrastrar hacia dentro a los defensores locales y Hugo Mallo y Aarón Martín serían los encargados de asestar el golpe definitivo al plan diseñado por Álvaro Cervera. La idea estuvo a punto de funcionar. De hecho, pasada la media hora de partido, Hugo Mallo cabeceó a la red tras una gran asistencia de Nolito. El gol era anulado por fuera de juego. La situación del marinense, solo unos milímetros más adelantado que su marcador.
Un palo por el Cádiz y un gol anulado para el Celta. Equilibrio prácticamente total entre ambos equipos, aunque los vigueses seguían consolidando ese crecimiento con el paso de los minutos. El guión del choque fue el mismo durante el segundo periodo. El Celta no acababa de presentarse con claridad ante Ledesma. Brais Méndez la tuvo en un remate en el área, pero su disparo lo acabó despejando el portero local. Las otras opciones para abrir el marcador fueron mediante los disparos de media distancia de Renato Tapia, que, sin fortuna, lo intentó hasta en tres ocasiones.
El Chacho Coudet movía banquillo. El primer relevo, por obligación, Araújo, con molestias, dejaba su lugar en el verde a Fontás. La segunda ventana de sustituciones ya tenía vertiente táctica. El preparador celeste refrescaba su zona creativa. Dando entrada a Miguel Baeza y Fran Beltrán por Nolito y un Facundo Ferreyra que solo aportó lucha. La entrada del centrocampista madrileño permitía liberar a Denis Suárez de tareas defensivas y que se situara en zona de tres cuartos. El salcedense lo intentó, pero la muralla cadista estaba infranqueable.
El entrenador argentino agotó los cambios retirando a Denis Suarez y apostando por Augusto Solari. El Celta se quedó sin ideas. El duelo se convirtió en una especie de partido de balonmano, con un equipo vigués proponiendo, buscando esa luz en los metros finales que permitiera conquistar los tres puntos. El Cádiz, por su parte, solo inquietó el marco de Iván Villar con un disparo cruzado de Alfonso Espino que se fue fuera por poco. Mientras tanto, los vigueses no encontraban la llave. En el descuento, Hugo Mallo rozó el gol con un remate de cabeza, una extraña finalización que se convirtió en una parábola que estuvo a punto de sorprender a Ledesma y dar la victoria al Celta.
Finalmente, reparto de puntos que acerca a ambos conjuntos a la permanencia. El Celta se acerca a esa salvación temática mientras que la séptima plaza que da derecho a luchar a puestos europeos se queda un poco más lejos.
Cádiz: Ledesma; Carcelén, Fali, Marcos Mauro, Espino; José Mari, Jonsson, Malbasic (Jairo, 67'), Salvi (Iván Alejo, 67'); Rubén Sobrino y Negredo (Choco Lozano, 60').
RC Celta: Iván Villar; Hugo Mallo, Araújo (Fontán, 56'), Murillo, Aarón Martín; Renato Tapia, Denis Suárez (Augusto Solari, 78'), Brais Méndez; Iago Aspas, Nolito (Fran Beltrán, 67') y Facundo Ferreyra (Miguel Baeza, 67').
Árbitro: Paradas Romero (comité asturiano). Mostró tarjeta amarilla a Murillo.
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