El Celta sigue saboreando su particular calendario de adviento. El "Chacho" Coudet desembarcó en Vigo con este elemento, habitualmente de chocolate, con el que niñas y niños realizan su particular cuenta atrás para la Navidad. En el caso del celtismo, este calendario de adviento se saborea en forma de victoria. En concreto cinco consecutivas, cuatro de ellas en Liga. Un botín de 12 puntos seguidos que ha llevado al cuadro celeste del farolillo rojo a la zona noble de la clasificación.
El equipo vigués mantiene ese momento de felicidad infinita tras doblegar al exigente Alavés. Otro rival duro, un adversario con unas características que en tiempos recientes se le habría atragantado a un Celta donde sobraba talento pero faltaba alma. Sin embargo, Coudet ha inyectado tensión e intensidad a un conjunto que, además de jugar bien, tiene oficio. Saber sufrir. Sabe ser sólido para defender la ventaja que obtiene en el electrónico.
Al "Chacho" Coudet le salen bien hasta los experimentos. El técnico argentino superó con nota la ausencia por lesión de Santi Mina, su único delantero centro nato en el primer equipo. Apostó por lo simple. Por lo mismo que hizo cuando se lesionó el ariete vigués. Dio entrada en el once a Fran Beltrán y situó como "nueve" a Brais Méndez, una especie de "falso" delantero centro cuyo resultado ha sido sobresaliente, con el mosense siendo uno de los más destacados de choque y firmando un doblete que da continuidad al "efecto Coudet" al imponerse al Alavés.
El Celta firmó un partido de dos caras. Una primera parte que rozó la perfección. Genial con y sin balón. Los pupilos del "Chacho" Coudet dominaron el encuentro desde el pitido inicial hasta el intermedio. Los vigueses mostraban un fútbol dinámico, de movilidad constante, con el que el Alavés estaba completamente superado. Iago Aspas pronto tendría en sus botas la primera llegada clara del partido, pero el moañés, demasiado solidario, prefirió buscar a Nolito en vez de rematar a puerta. Un defensor del Glorioso, atento, neutralizaba la primera ocasión de los celestes.
Gustaba y se gustaba el cuadro vigués. En una buena apertura de Renato Tapia a banda izquierda llegaría la acción que desequilibraría la contienda. Lucas Olaza enviaba un "caramelo" al corazón del área para que el "killer" Brais Méndez cabeceara a la red. Pacheco, tantas veces verdugo del Celta, quedaba sin reacción ante el remate del mosense. El vendaval futbolístico local continuaba. El Alavés seguía sin detectar la movilidad constante de los celestes, que dispusieron de más oportunidades para abrir brecha en el marcador.
La apuesta de Brais Méndez como "nueve" funcionaba. El Celta también estaba espectacular en la presión. Los de Machín eran incapaces de presentarse con claridad ante un Rubén Blanco que fue un mero espectador del juego durante el primer acto. Todo cambió tras el descanso. El Alavés dio un paso al frente. Los locales empezaron a acusar el cansancio. La magia de Denis Suárez se iba diluyendo a pasos agigantados. Se sucedían los errores en la salida de balón y el Glorioso empezaba a opositar al empate. Tocaba mostrar la otra cara. La versión del Celta con oficio, sólido, que sabe sufrir. Fue entonces cuando emergió la figura de una de las estrellas del equipo, Rubén Blanco. El guardameta louriñés sacó una parada impresionante a un cabezazo del canterano Joselu. Una intervención que vale dos puntos.
El partido había mutado de guión. El Celta se agrupaba en campo propio. Apenas quedaba batería para firmar un encuentro como el del primer periodo. Otro canterano, Jota Peleteiro, tuvo en sus botas el empate, pero su disparo fue neutralizado por Araujo. Tocaba sufrir. El equipo vigués era incapaz de adueñarse del esférico. De defender con la pelota. El panorama mejoró en el ecuador del segundo acto. El "Chacho" Coudet movió banquillo. Refrescó al equipo retirando a los exhaustos Denis Suárez y Nolito para inyectar músculo a la sala de máquinas con Okay y Miguel Baeza.
Tras el cambio, Iago Aspas, tras una bonita acción personal, tuvo en sus botas el gol que le permitiera empatar como máximo goleador de la competición con Gerard Moreno, pero Pacheco, bien plantado, evitó el tanto del morracense. El Alavés seguía buscando esa jugada que le permitiera neutralizar la diana de Brais Méndez. Machín reseteaba su ataque dando entrada a Tavares y Guidetti por Lucas Pérez y Jota. Es cierto que se sucedían los envíos al área, pero el Celta firmaba un gran ejercicio de solidez. Los partidos también se ganan con oficio y este equipo también tiene esta virtud.
Cuando el encuentro se asomaba a su recta final llegó la hora del talento. De la magia. Iago Aspas cayó a banda izquierda. Su marcador le dio espacio para pensar y el moañés visualizó la asistencia que iba a sentenciar el choque. Bestial pase al espacio buscando la llegada al segundo palo de Brais Méndez. Potencia justa para que el balón tuviera solo al mosense como destinatario. Un regalo. Otro "caramelo" que el "23" celeste supo saborear para que lo celebrara todo el celtismo. Tres goles en dos partidos, un registro realizador que certifica el gran estado de forma del louriñés, posiblemente una de las claves de la resurrección del Celta del "Chacho" Coudet.
El gol dejó en lona al Alavés. Los de Machín no reaccionaron. Entregaron la cuchara ante un Celta que se muestra intratable. Doce puntos de quince posibles desde la llegada del preparador argentino. El "efecto Coudet" continúa. El nuevo técnico celeste ya logrado algo que no consiguió el añorado Berizzo, encadenar cuatro victorias seguidas en Liga. La salvación, un paso más cerca. ¿Europa? Se puede soñar, pero la plantilla es demasiado corta.
RC Celta: Rubén Blanco; Hugo Mallo, Araujo, Murillo, Lucas Olaza (Aidoo, 92'); Renato Tapia, Denis Suárez (Okay, 70'), Fran Beltrán (Fontán, 75'); Iago Aspas (Emre Mor, 92'), Nolito (Miguel Baeza, 70') y Brais Méndez.
Alavés: Pacheco; Ximo Navarro, Lejeune, Rodrigo Ely (Alberto Rodríguez, 40'), Roberto Duarte; Battaglia (Manu García, 85'), Tomás Pina, Jota (Tavares, 74'), Luis Rioja (Borja Sainz, 85'); Lucas Pérez (Guidetti, 74') y Joselu.
Goles: 1-0: Brais Méndez (19'); 2-0: Brais Méndez (79').
Árbitro: Alberola Rojas (comité castellano-manchego). Mostró tarjeta amarilla a Araujo y Nolito por parte del Celta mientras que por parte del Alavés vieron cartulina amarilla Tomás Pina y Battaglia.
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