Pasión y orgullo. Son dos de los deseos de Óscar García. El nuevo entrenador del Celta se presentó casi más ejerciendo de psicólogo que de técnico. Hombre de fútbol, sabe que la mente es determinante en alto rendimiento. Posiblemente, el catalán vea más un problema de cabeza que de fútbol. Su anhelo es que el colectivo sea "proactivo, de pasión, de entrega". Le faltó poner la guinda con cierta dosis de populismo. No pronunció la palabra mágica: Afouteza, lema del club y término que engloba todos esos ingredientes que han impedido saborear el buen plato que iban a cocinar los Denis Suárez, Iago Aspas, Rafinha Alcántara y compañía.
El preparador celeste ofreció una rueda de prensa para todos los públicos. No era un simple encuentro con la prensa. Era mucho más. Su puesta en escena. Algo así como cuando el arquitecto te presenta los planos de su futura obra. En ese boceto de lo que empezaremos a vislumbrar este fin de semana ante el FC Barcelona ofreció pocas pistas. Óscar García rehuyó ser un fundamentalista del 1-4-3-3 como solución a todos los males del Celta. No lo ve como el "código PIN" que ponga fin al bloqueo que atraviesan sus jugadores. "Un equipo si está decaído no puedes subirlo al día siguiente. Es un proceso que vamos a intentar hacer lo más rápido posible", afirmaba el de Sabadell.
Sobre el esquema, Óscar García sí admitió esa predisposición por el 4-3-3 de la escuela Johan Cruyff, aunque abogó por el pragmatismo. Si los jugadores no tienen esas características, no se cierra a emplear otros dibujos tácticos. "Si no tienes extremos es más complicado", reconoció. El entrenador del conjunto vigués afirmó que su idea no es centralizar la responsabilidad y la presión en los capitanes, sino que la clave está en ser un equipo, "una familia". "Ojalá tuviéramos 20 líderes y si no hay que formarlos".
El de Sabadell también quiso cerrar el discurso derrotista que señala que la plantilla estuvo mal confeccionada. "Estoy convencido de que hay mimbres. La plantilla tiene calidad", apuntó un Óscar García que sigue preparando en A Madroa su estreno en LaLiga ante el equipo que le hizo ser futbolista, el FC Barcelona. Tras el duelo ante el vigente campeón, el catalán expresó que el parón liguero le vendrá bien al equipo para trabajar e ir preparando la huida de los puestos de descenso.
