“Llevábamos un tiempo largo esperando”, reconoció este viernes el alcalde, Abel Caballero, pero el momento llegó. Vigo ya puede disfrutar de la segunda fase de las rampas mecánicas de la Gran Vía, que completan el tamo inicial inaugurado en diciembre de 2020. Uno de los grandes proyectos del Vigo Vertical y de esta legislatura dio este viernes un paso significativo.
Caballero defendió en la inauguración del nuevo trazado, entre las calles Venezuela y Nicaragua, que este tipo de actuaciones “marca una forma de movilidad en sitios de orografía como Vigo, que es una ciudad en un monte” y puso en valor el “casi medio kilómetro de rampas” que permite salvar una gran pendiente como la de la Gran Vía. “Hoy no dejarían hacer esta calle, pero ahora es llanita, llanita, no tuvimos que desmontar el monte hicimos una rampa”, expresó el regidor.
La nueva fase de las rampas tuvo un coste de 3,6 millones de euros y de su construcción se encargó Prace, Servicios y Obras, SA. Se suma 4,4 millones que costó construir la primera fase entre María Berdiales y Venezuela, cuyos trabajos fueron realizados por la UTE entre Constructora San José y COVSA. Parte de la actuación ha sido financiada con fondos europeos Next Generation.
Con la nueva inauguración, se cubre la práctica totalidad de la Gran Vía entre Urzáiz y Praza de España, a la espera de la solución que se encuentre para el primer tramo, donde se encuentran los Rederos. El Gobierno local planteó retirar este Monumento al Trabajo, pero la propuesta contó con contestación social. El Concello logró poner en marcha esta segunda fase después del intento de Patrimonio de paralizar las obras. El Ejecutivo local llevó a la Xunta a los tribunales, y ganó. “Es bueno recordar las peripecias que hubo para construir esta rampa”, apuntó el alcalde para señalar que “la Xunta se opuso y nos dio una instrucción de paralización total”. “Queríamos haberlo hecho todo junto, pero la intemperancia de la Xunta no nos dejó”, subrayó el regidor vigués.
Como es habitual, la actuación no se limitó solo a la construcción de dos tramos de rampas mecánicas a lo largo de unos 150 metros, uno entre las calles Venezuela y Bolivia y otro entre Bolivia y Nicaragua. Además, se ha acompañado de la renovación de la red de saneamiento, abastecimiento y pluviales, se creó una nueva red soterrada de servicios de iluminación y semáforos, nuevos pavimentos, aceras, red semafórica, señalización y dotación de innovación tecnológica.
Pezseto, suelo interactivo y generador de energía
Al igual que en los otros tramos ya inaugurados, esta nueva fase también suma elementos simbólicos. En la parte alta se ha instalado, desde hace meses, un enorme “pezseto” que busca replicar un jardín vertical con forma de pez. “Es nuestro pescado, que ya lo bautizaremos”, señaló este viernes Caballero.
A los pies del “pezseto”, en la parte alta, también se ha construido un particular “acuario virtual interactivo” que reacciona a las pisadas de los ciudadanos. En la parte baja hacia Venezuela se encuentra una plataforma con un pavimento especial que genere energía al saltar sobre él. Por último, desde el Concello se destaca también la plantación de nuevos árboles -tras la polémica retirada de los anteriores-, plantas y arbustos. “Se va a convertir en otro jardín botánico, en verano la temperatura dentro es muy inferior a la de fuera”, apostilló el alcalde ante la prensa.
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