Amargo “hasta pronto” para el premiado restaurante vigués La Carpintería, que celebró este verano sus nueve años abierto en Bouzas. Fueron sus propios responsables, el chef Rafael Pérez y la chef pastelera Elena Garmendia, los responsables de trasladar la noticia a todos sus seguidores, en una publicación en redes que suma ya cientos de mensajes de apoyo.
“Queremos anunciaros que La Carpintería cierra sus puertas por motivos ajenos a nosotros”, explican ambos cocineros en un vídeo publicado en Instagram, en el que Pérez avanzó que un cáncer les impide poder dedicar ahora mismo todo su tiempo a la cocina. Ambos agradecieron todos los años de éxito con el libro de reservas siempre lleno y anticiparon que, “como siempre a lo largo de su vida” lucharán juntos para poder volver pronto.
La Carpintería es uno de los referentes gastronómicos de la ciudad olívica. El local forma parte de las recomendaciones de la Guía Repsol en la categoría de “restaurantes y menú del día” y acumulaba diferentes distinciones que reflejaban sus propuestas de calidad. Así, en 2019 ganó el concurso del Petisquiño con su tapa innovadora “Bagoaz”.
Rafael Pérez es natural de Bilbao y desde muy pequeño ya mostró su interés por la gastronomía ayudando a elaborar los pintxos para los bares de su familia. Tras graduarse en la Escuela Superior de Hostelería de Galdakao, en Vizcaya, comenzó a trabajar y conoció a Elena Garmendia, la otra pata de La Carpintería. Tras pasar por diferentes cocinas de España, acaba dirigiendo los fogones del Hotel Puerta del Camino de Santiago de Compostela y posteriormente se pone al mando del Hotel Pazo Los Escudos de Vigo. Tras pasar de nuevo por Euskadi, aprender de la cocina asturiana en Gijón y Asturias y formarse en Venezuela sobre la cocina criolla decide abrir junto a Garmendia La Carpintería, cuyo nombre obedece a que allí, en ese mismo local, había un taller dedicado a la construcción de embarcaciones de pesca artesanal y mobiliario. Elementos que forman parte de la decoración del restaurante, que mantiene así un carácter especial.
El sueño de ambos chefs en el barrio de Bouzas abre ahora un paréntesis, un “hasta pronto”, para que ambos puedan luchar en la intimidad contra la enfermedad que se ha cruzado en su camino.