Muchos de nosotros hemos leído el clásico Charlie y la fábrica de chocolate de Roald Dahl, pero ¿cuántos hemos tenido la oportunidad de convertirnos en el pequeño Bucket durante unas horas? Quizá muchos desconozcan que en Salvaterra, a 30 minutos del centro de Vigo, se encuentra la capital gallega del chocolate. Allí, el Grupo Do Noso cuenta con una factoría que produce unas 35.000 tabletas de uno de los dulces que más se consume en estos meses, el turrón. Como si nos hubiese tocado el billete dorado, te contamos en primera persona la creación de esta tentación navideña.
Durante el mes de septiembre todo arranca en Salvaterra para que en noviembre el turrón "inunde" más de 5.000 puntos de venta de toda Galicia y otros lugares de España como Madrid, Asturias o Sevilla. Bajo la marca Antoxo, conocida por sus chocolates, se preparan las tres variantes de turrón; los más clásicos, de arroz inflado y almendras; y la innovación de la casa, turrón con albariño. Porque no, no todo el turrón llega desde Xixona.
Todo el proceso de producción se hace en la nave salvaterrense, desde el tostado de las habas de cacao hasta el embalaje de la tableta ya lista para su venta, lo que hace que toda la nave tenga un olor embriagador a chocolate. “Ahora todo va por tubos, pero antes tenía más encanto ver cómo lo transportábamos en cubos por la fábrica”, recuerda el gerente del grupo Do Noso, Joaquín Eiras Pazo. Ya son más de 20 años ofreciendo estos dulces a través de pequeños comercios. “Vendemos más en tiendas del pueblo que en las grandes superficies”, explica. Su favorito, el de almendras, es el que más vende, pero el espíritu enxebre también conquista paladares con la atrevida alternativa de turrón de albariño. “Tiene una gran acogida en nuestro público, eso sí, tienes que ser una persona a la que le guste el vino, porque el sabor se nota”, matiza.
La fábrica no cuenta con una cascada de chocolate o un dragón de caramelo que nos lleve por ella, pero Joaquín se encarga de enseñarnos la otra línea de producción. Está pensada para bombones y las creaciones son inimaginables. Los hay de guinda, lengua de gato o roca, rellenos de menta, fresa, limón o naranja. Pero, aquí, de nuevo, el "feito en Galicia" se hace notar. El ingrediente local vuelve a aparecer y no solo con el archiconocido licor café. “Podemos ofrecer bombones de todo tipo y formas, incluyendo con relleno de pimiento de padrón”, cuenta con satisfacción Eiras Pazo.
En Salvaterra se crean turrones y bombones, pero esta factoría a lo Willy Wonka lleva su especialización en chocolate a productos para la merienda, a la taza, en polvo, chocolatinas, napolitanas e incluso creaciones personalizadas. “Tenemos una fábrica infinita”, bromea Joaquín. Preguntado por su tableta de chocolate favorita, el gerente del grupo Do Noso, admite que es la de avellana y nos confiesa que actualmente se está planteando la manera de incentivar la producción de este fruto seco en la zona de O Condado-Paradanta. “La avellana de aquí tiene más paladar y si la podemos adquirir de casa, mejor que mejor”, admite.
Para completar este viaje también visitamos la sección donde se realiza el café Do Noso, que también se produce íntegramente en la fábrica, desde el tueste de los granos, que se realiza dos veces a la semana, hasta su embalaje. “Esta situación del covid me ha matado”, nos hace saber Joaquín, ya que su principal consumidor es la hostelería gallega. Y la caída en el consumo se nota en la fábrica. Además de producir, el grupo Do Noso también comparte su sabiduría. La compañía ofrece cursos de formación bajo el nombre Desde el haba hasta la taza donde enseñan todos los secretos necesarios para servir un gran café.