Una ciudad es un organismo vivo, que crece y cambia con el paso de los días. Solo hace falta ver el Vigo de hace 50 o tan solo 20 años para percibir que esta evolución no requiere de tanto tiempo. Hoy resulta difícil pensar en aquella ciudad pesquera y cosida por un tranvía que algunos todavía recuerdan. Aunque, en medio de tanto progreso, aun hay pequeños refugios de la memoria; edificios que han quedado anclados en el tiempo para recordar el pasado.

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Paradójicamente, algunos de ellos han terminado cayendo en el olvido. Es el caso del número 60 de Urzáiz, donde se alza la que fue sede de las Siervas de Jesús en la ciudad. Un edificio que, aunque el óxido de su vallado y una casi desaparecida pintura delatan un estado ruinoso, continúa siendo imponente. Han pasado años desde que perdió todo rastro de vida, y sin embargo duele pensar en la demolición del inmueble.

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Pero lo cierto es que es fácil pensar en un futuro sin él, precisamente por el estado en el que se encuentra. Así lo acredita el Concello de Vigo, que en junio del año 2017 dictó una resolución para que procediera a la reparación del "sistema estructural, fachadas, cubierta, instalaciones y acabados interiores dañados". Un informe técnico advertía del peligroso estado del edificio. Y, de hecho, menos de un año después se requirió la "adopción de medidas urgentes de seguridad".

La falta de mantenimiento ha permitido que el olvido se extienda por lo que fue la sede de las Siervas de Jesús. Y ahora es un edificio afectado por el óxido y la podredumbre, pese a que se trata de un "Elemento a Conservar" del patrimonio de Vigo por su alto valor histórico y arquitectónico. El propio Concello alertó de esta situación a la propiedad, además del "peligro inminente por desprendimiento de elementos del edificio".

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Tras ordenar una reparación en el inmueble, la Xerencia Municipal de Urbanismo puso sobre la mesa "la imposición de multas coercitivas de 1.000 a 10.000 euros reiterables trimestralmente hasta lograr la ejecución de la totalidad de las obras" o, incluso, la "expropiación".

¿Se rehabilitará este edificio?

Ante las advertencias del Concello, la propiedad del inmueble parece haberse decidido a actuar. Tal y como ha podido confirmar Metropolitano.gal, hace una semana se presentó una licencia para obras en este edificio. Así, se abre una ventana a la recuperación de este edificio emblemático de Vigo. Por el momento, todo apunta a una intervención para garantizar la seguridad, ya que en los permisos solicitados se refiere a "limpieza, retirada de enseres, humedades". Pero lo cierto es que, tras muchos años de parálisis, vuelve a haber vida en el número 60 de la calle Urzáiz y en su parte trasera ya se pueden ver trabajos de rehabilitación.