Vitrasa afronta un nuevo mes de movilizaciones y paros parciales tras la huelga total de mayo. En este escenario, los trabajadores han expresado, a través del comité de empresa, su hartazgo con la gestión de la compañía, a la que acusan de "hacer y deshacer a su antojo" con el beneplácito del Concello de Vigo mientras "claramente están hundiendo el transporte de su ciudad".
Los trabajadores están llamados a lo largo de junio a siete jornadas de paros parciales en las horas punta para visibilizar un conflicto que se ha enquistado en la compañía. El comité de empresa busca negociar una subida salarial, ya que los sueldos de los trabajadores están congelados desde 2020, a pesar del fuerte incremento de precios, pero además piden mejorar las condiciones de trabajo, “algo que en ningún momento se contemplou na oferta trasladada pola dirección”, denuncian.
Así, esta semana, los paros se producirán este martes 6 de junio, el jueves 8 y el viernes 9 y se centrarán en paros entre las 7:00 y las 8:30, entre las 13:30 y las 15:00 y entre las 0:00 y la 1:30 horas. Continuarán los días 12, 16, 19 y 21 de junio. Desde la sección sindical de la CIG en Vitrasa quisieron salir al paso del comunicado hecho público por la empresa el pasado viernes en el que se acusa al personal de hacer coincidir los paros con las franjas horarias en las que se concentra un gran volumen de desplazamientos. “A dirección debera entender que loxicamente o obxectivo de calquera folga é dar a maior visibilidade posíbel a un conflito, pero semella que queren que convoquemos os paros nas nosas horas de descanso”, ironizan y, añaden que “Vitrasa non pode esquecer que os principais prexudicados somos os traballadores, que deixamos de cobrar o noso salario para realizar este tipo de protestas".
La CIG recuerda que desde 2020 el IPC subió más de un 12%, “porcentaxe que nós deixamos de ingresar nos nosos salarios”, para añadir que, en ese mismo periodo, la empresa recibió un pago de 5,7 millones de euros por las pérdidas derivadas de la Covid-19 y se le permitió subir el billete un 3,7% en 2022 y un 6,4% en 2023. “Mais estes incrementos non repercutiron para nada nos traballadores”, señalan.
El comité acusa a Vitrasa, propiedad del Grupo Avanza, de "enriquecerse a conta dos fondos públicos" al buscar que el Concello de Vigo se haga cargo del reequilibrio de las cuentas afectadas por la pandemia por casi 31 millones de euros. Mientras tanto, censuran, "o Concello permítelle facer e desfacer ao seu antollo" al haberse eliminado líneas, frecuencias y autobuses, "degradando cada vez máis o servizo".
Aunque Vitrasa se comprometió a poner en las calles 50 nuevos autobuses entre 2020 y 2022 en la práctica "chegaron pouco máis de 20", claman desde la CIG para señalar que el Concello de Vigo "debería" reformular la concesión. “Vitrasa ten a escusa perfecta para non negociar, pero non debemos esquecer que accedeu gratuitamente a unha ampliación da concesión sen que isto lle supuxese pasar por un concurso público, e que dende entón comezou a reducir a calidade do servizo debido aos recortes realizados en practicamente todas as liñas”, finalizan desde el comité.