Avance sin descanso en las obras del futuro ascensor Halo para que Vigo pueda estrenar la que será una de las grandes e icónicas estructuras que marcarán un cambio definitivo en la movilidad peatonal urbana de la ciudad. Tras los retrasos a comienzos de año provocados por la climatología adversa, que obligó a posponer el izado de algunas de las piezas que componen el gran anillo voladizo del futurista ascensor, los trabajos encaran ahora su fase final a toda máquina. El objetivo pasa porque en el último trimestre del año la enorme obra esté finalizada y el ascensor, en marcha.
La parte más llamativa de los trabajos se centra ahora en al conexión con la plaza pública del Vialia. El anillo "flotante" se completó el pasado mes de abril y ahora deberá resolverse el enlace de ambos brazos del anillo, que se conectarán con la parte central de la terraza pública del edificio diseñado por Thom Mayne.
La construcción se está convirtiendo en un atractivo en sí mismo, y cada vez son más los vecinos que se acercan para comprobar en primera mano el estado de avance de una infraestructura que se convertirá, con toda seguridad, en el gran icono del programa municipal del Vigo Vertical, una de las acciones más identificativas de los gobiernos de Abel Caballero, junto a las humanizaciones, desde que el actual regidor llegara a la Alcaldía 2007.
El enlace peatonal que permitirá conectar la torre de los dos ascensores con el Vialia a través del anillo voladizo ha obligado a realizar también obras en la propia plaza pública. Así, en la parte central se eliminará el graderío y se instalará una barandilla de cristal. El Concello ha aprovechado también esta actuación para mejorar la accesibilidad al mirador de toda la plaza, ya que se instalará una nueva rampa de acceso a la parte baja de las gradas, facilitando así el paso a personas con movilidad reducida.
Una vez operativo, el Halo permitirá al fin acabar con la abrupta ruptura que supone para la ciudad el acceso de la autopista al corazón urbano. La infraestructura estará compuesta por dos ascensores que subirán hasta una altura de 45 metros desde Serafín Avendaño. El tiempo que se tardará en cubrir la altura a salvar será aproximadamente de 23 segundos. Una vez arriba, habrá que elegir qué parte del anillo recorrer. Su enorme circunferencia es de casi 90 metros. Además de su llamativa forma, la iluminación nocturna también tendrá “función estética, uniforme y controlable en cuanto a intensidad”.