Si hace décadas Vigo tenía fama de ser gris e industrial, cada vez queda menos de ese pasado. La ciudad continúa llenando de colores sus fachadas con el programa Vigo Cidade de Cor, que ahora suma un nuevo mural cargado de simbolismo.
El pasado mes de junio, el Concello aprobó ocho nuevas propuestas artísticas para acabar con el feísmo urbanístico en sus calles. Unos murales que colorearán nuevas zonas de la ciudad con estilos totalmente distintos entre sí. No son las primeras intervenciones que se realizan en las ciudad, se trata de una iniciativa que lleva años transformando la estética de las calles viguesas.
Durante la próxima fase de este programa, la ciudad sumará ocho nuevas propuestas en las siguientes ubicaciones:
- Auditorio municipal de Teis (Anna Langeheldt)
- Muro del aparcamiento de la AAVV de Matamá (Eva Casais)
- Travesía de Vigo, 222 (Expostas)
- Calle Robleda, 118 (Pablo Loyola)
- Muro del campo de fútbol de Coia -en la calle Nigrán-, (Slim Safont)
- Avenida Castelao (Vanesa Álvarez)
- Pista deportiva de A Salgueira (Víctor Playincolors)
- Muro de la calle Ourense en la esquina con Romil (Zesar Bahamonte)
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El nuevo mural de Vigo
Desde esta misma semana, Vigo tiene unos nuevos ojos observando sus calles. Se trata de un colorido búho sobre un fondo verde que llama la atención desde el primer momento. Un animal que asoma desde la calle Robleda 118, pero que mantiene la mirada fija en un punto.
Este búho tiene su vista clavada en la vía verde con sus ojos de un color entre el naranja y el azul. Una paleta y un trazo que caracterizan a su autor, que se desvela en la firma: Pablo Loyola. Se trata de un ingeniero de formación, que lleva años pintando desde colegios y gimnasios hasta espacios públicos al aire libre.
Se define como un apasionado del arte, que no renuncia a su formación. Tanto la ingeniería como la pintura requieren atención al detalle y habilidades para resolver problemas. Su objetivo es que sus trabajos embellezcan los espacios transmitiendo mensajes o simplemente que la gente los contemple y los aprecie.
Un curioso guiño
Hay un detalle que no pasará desapercibido para los más observadores que recorran la vía verde y se topen con este animal. Quien lo mire a los ojos, encontrará en su reflejo realmente curioso, en él se ve una locomotora antigua.
Se trata del primer tren que recorrió el trayecto entre Vigo y Madrid, un homenaje al sendero que ahora los vigueses y las viguesas disfrutan a pie, y que en su momento fue una de las arterias ferroviarias de la ciudad.