Una de las claves para resistir en los tiempos duros residen en la unión. Lo colectivo cobra fuerza. Es el primer paso para salir de una crisis. Eso es lo que debieron pensar los propietarios de los 70 establecimientos del Casco Vello, 70 hosteleros y comerciantes que forman parte de la recién creada asociación "Casco Vello Vigo Hostelería e Comercio".
El colectivo surge por los desafíos que ha propuesto la pandemia, unos meses duros que obligó a los dueños de los establecimientos del Casco Vello a organizar grupos de zona para gestionar de forma más precisa los intereses de todas las zonas del barrio. Los representantes de estos grupos empezaron a trabajar y a dar forma a este movimiento asociativo que se presentó este miércoles de forma oficial. Su gran finalidad es "cubrir las necesidades de uno de los pulmones de la ciudad" y mostrar "todas las virtudes del Casco Vello" a través de una serie de acciones concretas.
La asociación nace para crear "un diálogo dinámico" con las administraciones y los vecinos del Casco Vello, así como para "trabajar en mejoras" en el céntrico barrio vigués, ya que "todos los años reciben la visita de turistas" y apuntan que es uno de los lugares de la urbe gallega más elegidos por los vigueses para su tiempo de ocio y compras.
La asociación "Casco Vello Vigo Hostelería e Comercio" está presidida por Juanjo Figueroa (Lume de Carozo). Las vicepresidencias están ocupadas por Charo García (Bar Princesa), Mónica García (Colegiala y Botana) y Mónica Rodríguez (Consentida y Garden). Cristina García (Taberna A Mina) es la secretaria del colectivo mientras que el tesorero es Roi Rodríguez (Pentagrama). Los vocales son Marya Romero (Papaxoubas), Ana (A Tapa do Barril), Ángeles (La Quesería) y Marcos Baqueiro (A Curuxa).