La España del hormigón se cae a cachos. Todavía en el siglo pasado, el país entero "descubrió" este material por influencia de Francia, y decidió usarlo para todo. El hormigón subía como los grados de un termómetro por la fiebre de la construcción. Y así, dejó en un legado cementero por todo el territorio con puentes, edificios y paseos marítimos infinitos. El paciente, España, parece haberse curado de aquel trastorno y empieza a recuperar el estado natural de las cosas. Y en Vigo, también.
- Te puede interesar: Bajo el cemento, la playa; así emerge la arena de Samil con la demolición del viejo paseo
La ciudad, en el sentido más físico de la palabra, empieza a retirarse devolviendo a la costa su lugar. Samil es el gran ejemplo de esta "transformación". El icónico paseo de la playa está siendo desmontado para recuperar las dunas originales del lugar. Pero no es la única zona que experimentará una revolución en el litoral vigués. El BOE acaba de publicar lo que supone el primer paso para la rehabilitación de O Vao.
El Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico hace público así el proyecto básico sobre la recuperación ambiental de la zona, que contempla varias alternativas en este entorno. Una iniciativa que surge para dar solución al actual estado de la pasarela de madera que da acceso a la playa, pero pretende ir más allá de esta intervención.
- Te puede interesar: Vigo recupera una de sus playas más escondidas con arena de las dunas que hay bajo el Areal
Tres alternativas
Con un presupuesto de 5.688.933,28 euros, el proyecto que aparece en el BOE de este lunes 5 de mayo contempla tres alternativas a estudiar:
- Sustitución de la pasarela de madera que sirve de "paseo marítimo"
- Ampliación del paseo, sustituyendo la pasarela de madera por una solución similar a la de la zona oeste de la playa
- Recuperación del entorno natural, eliminando el aparcamiento en el frente de playa y actuando sobre toda la zona
Aunque no todas las soluciones son igual de ambiciosas, todas ellas suponen un considerable cambio de imagen. Esto no significa que vaya a a ser el proyecto final a ejecutar, ya que es solo el anuncio de información pública que ha hecho Costas. En él, se contemplan diferentes actuaciones en la zona:
- La pasarela de madera de la parte este de la playa se retira y en su lugar se dispone un paseo accesible que discurre por fuera de la ribera del mar. Esta actuación permite a la duna desarrollarse naturalmente sin la barrera física actual.
- El proyecto incluye el prediseño de la reforma y humanización de la carretera PO-324, de manera que disponga de aceras en todo el tramo del proyecto. Esta actuación tendrá que ser desarrollada en su caso por la Xunta de Galicia.
- Se incluyen 6 pasos de peatones desde la trama urbana hasta la playa, adecuadamente distribuidos, que garantizan la accesibilidad a la playa.
- Demolición de todas aquellas estructuras del paseo que datan de los años 90 y que no tienen uso.
- Se contempla la retirada de la zona de aparcamiento del frente de playa y la renaturalización de esos terrenos.
- Se ha contemplado espacio para chiringuitos con las dimensiones y características exigidas.
- Se urbaniza el entorno del campo de fútbol del Coruxo (zona del Campo de Leri) para habilitar un nuevo aparcamiento.
¿O Vao perderá su aparcamiento?
Una de las actuaciones más llamativas de las propuestas es la "retirada de la zona de aparcamiento frente a la playa". Quienes sean usuarios o usuarias de este arenal saben lo difícil que resulta encontrar aparcamiento en verano por la zona. Por ello, puede resultar preocupante que se vaya a eliminar dicha zona de estacionamiento. Sin embargo, esta idea no se ejecutaría hasta una etapa posterior del proyecto y sería sustituida por una nueva área para coches: "Se proyecta un aparcamiento de 332 plazas, que compensa las plazas eliminadas e incluso las incrementa un 25%".
Este nuevo espacio ocuparía el lugar del actual campo de fútbol de Leri. Uno de los últimos emblemas que se construyeron en la ciudad para ofrecer una alternativa saludable de ocio para la juventud viguesa, en un momento en el que la ciudadanía sufría los estragos de fenómenos como el de la drogodependencia.