El alcalde de Vigo, Abel Caballero, denunció esta mañana que la Xunta ordenó al Concello expulsar a las personas que superan la estancia máxima permitida en el albergue municipal, donde se aplica una política de rotación en la que cada usuario solo puede permanecer un máximo de diez días consecutivos. Tras superar ese periodo deben esperar otros diez días para volver a ingresar en el centro. Los técnicos de la Xunta acudieron en los últimos días a las instalaciones de Marqués de Valterrra para levantar un acta de inspección que podría finalizar en un sanción al Concello de Vigo por no desalojar a aquellos que superen la citada estancia máxima. "No vamos a desalojar a nadie", insistió esta mañana Caballero para tachar al Gobierno de Feijóo de "desalmado".
"La Xunta nos vino a decir que teníamos que echar a la gente del albergue cuando acabaran el periodo de estancia y les dijimos que no", avisó Caballero para asegurar que "no les vamos a obedecer" y preguntarse "dónde tiene la ética esta gente".
Según confirman desde Praza do Rei, la norma de rotación se suspendió durante la segunda ola de la pandemia, a mediados de octubre, ante el aumento de peticiones. El Concello quiere evitar que haya personas durmiendo en la calle durante el toque de queda. El albergue municipal está lleno desde hace semanas y aloja a 38 personas. También el albergue de Santa Cruz (antes Hermanos Misioneros), en Teis, está al completo con 12 plazas cubiertas (cuenta con un aforo reducido a un tercio de su capacidad debido a la pandemia). Para suplir la falta de plazas, el Concello asegura que se está alojando en pensiones y hostales a una veintena de personas.
Desde el inicio de la pandemia del coronavirus, el servicio de Benestar Social del Concello ha tramitado 11.000 ayudas. "Tenemos la política social más importante que se aplica en ningún ayuntamiento de España", insiste Caballero en cada comparecencia.