El alcalde de Vigo, Abel Caballero, volvió a insistir esta mañana en la necesidad de “resolver el problema histórico de tocar el mar” en Vigo y que el convenio Abrir Vigo al Mar fue incapaz llevar adelante. Tanto desde Praza do Rei como desde el Puerto, dirigido por Enrique López Veiga, la determinación por acabar con el convenio firmado en los 90, y que ahora precisa de una actualización para adaptarlo a la nueva normativa, parece clara. Sin embargo, las soluciones de futuro parecen no ser tan evidentes.
López Veiga propuso en mayo “extinguir de forma definitiva” Abrir Vigo al Mar aprovechando la necesaria revisión de los convenios impuesta por la nueva Ley de Contratación Pública. La necesidad de buscar una solución es un imperativo legal, pero no parece que, por ahora, haya acuerdo en cómo ejecutarla. Caballero dio esta mañana un nuevo paso rechazando más rellenos en la zona portuaria mientras que López Veiga plantea ganar 56.000 metros al mar en pleno centro de Vigo para almacenar granito y aluminio.
El regidor vigués pedirá una reforma bajo los criterios del Plan Nouvel, proyecto elaborado en 2007 -cuando el actual alcalde presidía la Autoridad Portuaria- que proponía prolongar la zona de trasatlánticos con una nueva terminal de pasajeros, la construcción de un “Palacio de Agua”, un nuevo puerto deportivo, un centro de talasoterapia, nuevas zonas de restauración o una torre monolito de entre 20 y 30 plantas. El fallido plan encargado al arquitecto francés Jean Nouvel no se retomaría, pero sí su “espíritu”. “Hay que hacer un proyecto asequible en lo financiero, pero con interés de tocar el mar”, aseguró esta mañana Caballero para que, de una vez por todas, “Abrir Vigo al mar sea una realidad” que vaya más allá de un eslogan.
Con todo, Caballero evitó confirmar el estado de las negociaciones, al contrario de lo que hizo en el mes de julio cuando aseguró que las reuniones con Puerto y Zona Franca eran “muy productivas”. Tras esas declaraciones, el presidente del Puerto de Vigo, Enrique López Veiga, se revolvió para apagar los ánimos de Caballero expresando su voluntad de recuperar el paseo hundido en 2018 “tal y como estaba”.