Tras cuatro semanas sin dar ninguna rueda de prensa, el alcalde de Vigo, Abel Caballero, respondió este jueves a las preguntas de los periodistas sobre el caso Guns N Roses y el fallido patrocinio publicitario de casi dos millones de euros, que finalmente fue declarado desierto ante la enorme crítica de las productoras -que no se han sometido a las preguntas de la prensa-.
El regidor vigués defendió que el Concello aprobó un "concurso publicitario abierto" al que "se pudieran presentar todos los que quisieran", aunque este fue duramente criticado por la Asociación de Empresas Galegas Musicais (AGEM) que, en un comunicado, mostró su sospecha de que fuera un concurso elaborado “preservando apariencia de legalidad” pero en la práctica se trataría de “un procedimiento preparado” para garantizar la contratación de Guns N Roses.
En este sentido, Caballero, que apenas dedicó un par de frases al asunto y evitó aclarar si hubo contactos previos con las promotoras, tal y como estas defienden, expresó que el formato del patrocinio y el pliego "se hizo como los técnicos dijeron".
En cualquier caso, el alcalde invitó a las empresas promotoras a que acudan a los tribunales si consideran que se quebrantaron sus derechos. Tras recordar que el pago nunca se hizo ya que "la mesa lo declaró desierto porque consideró que se incumplía uno de los requisitos", apuntó que "todo aquel que quiera recudir y hacer valer sus derechos que recurra”.
Cuestionado por los periodistas por el silencio durante cuatro semanas, que coincide con el momento en el que se declaró desierto el concurso, Caballero expresó que "yo decido cuando doy las ruedas de prensa, ¿de acuerdo?".
El pasado 14 de junio los promotores del concierto, la empresa multinacional Live Nation y la viguesa Sweet Nocturna, avanzaron acciones legales. Esa jornada convocaron una rueda de prensa que finalmente fue cancelada al día siguiente sin mayores explicaciones, evitando que los periodistas pudieran expresas sus preguntas a ambas compañías. En el comunicado inicial acusaban de “mala praxis” al Concello y se dirigían directamente contra el alcalde, Abel Caballero, al que acusaban de haber incumplido un “compromiso adquirido personalmente”.