"Lleno apoteósico". Así definió este lunes el alcalde de Vigo, Abel Caballero, la situación que vivió la ciudad este pasado fin de semana, con la llegada masiva de visitantes de Portugal y otros puntos de Galicia y España para poder ver las luces de Navidad de Vigo, convertidas ya en un icono turístico que atrae a miles de personas. El alcalde, sin embargo, omitió el caos circulatorio vivido especialmente el viernes, pero también el sábado, y se limitó a valorar una Navidad que está siendo "excepcional" en un audio sin posibilidad de preguntas enviado a la prensa.
Aunque Caballero evitó dar cifras concretas del número de visitantes que tuvo la ciudad, como sí hizo durante el primer fin de semana del encendido cuando cifró en casi 400.000 las personas que se acercaron a la ciudad, el regidor vigués sí aseguró que estos últimos días se vivió un "lleno apoteósico" en la ciudad con un "nivel de afluencia grandioso".
Según señaló el alcalde, los niveles de ocupación de hoteles fueron, "como imaginábamos" del 100% con "todo lleno", a pesar de a lluvia de este pasado domingo, que evitó que la ciudad volviera a registrar afluencias masivas. En cualquier caso, Caballero señaló que "fue raro un ayuntamiento de Galicia que no hizo excursión" mientras recuerda que el viernes se vivió la jornada de mayor afluencia de visitantes de estas navidades al coincidir con el festivo de la Restauración en Portugal. "Vinieron docenas de miles", señaló.
Las críticas por la gestión del tráfico y los fallos en el plan de movilidad se han multiplicado estos días por parte de vecinos de la ciudad, que volvieron a quedarse atrapados en diferentes puntos debido a la llegada masiva de vehículos de turistas que no encontraron alternativas de aparcamiento o de transporte urbano para moverse, toda vez se mantiene la huelga en Vitrasa. Sobre este aspecto, el alcalde no se pronunció y se limitó a asegurar que "toda España quiere ser Vigo".