A pesar de que la situación del área de Vigo no es tan preocupante como la de otros municipios de Galicia, el Concello de Vigo pone ya en alerta a los ciudadanos para que moderen su consumo de agua, a la vez que comienza a tomar medidas de ahorro que eviten situaciones como la vivida en 2017, cuando se activó la alerta ante una ausencia de lluvias que dejó a la ciudad al borde del precipicio con reserva de agua para solo tres meses. En aquel momento, la situación acabó por solucionarse gracias al fin de la sequía, pero el Gobierno local llegó a plantearse movilizar barcos cargados de agua para abastecer la ciudad.
La situación por ahora es de cierta tranquilidad. El embalse de Eiras, que abastece a la ciudad y a parte del área metropolitana, se encuentra al 91% de su capacidad, mientras que el de Zamáns, de mucho menor tamaño, alcanza el 67%, según la última actualización de datos disponible. Sin embargo, la previsión de ausencia de lluvias, con un verano especialmente cálido y seco, ha llevado ya a Vigo a comenzar a tomar medidas. Desde hace dos semanas, el Concello ha decidido cancelar los baldeos con agua para la limpieza de calles. “Es el consumo más importante y ya hemos acordado suprimirlo”, explicó esta mañana el regidor vigués, Abel Caballero, que además anticipa que se “seguirán tomando medidas”.
Más allá de las decisiones institucionales, Caballero exhortó a los ciudadanos a emprender medidas de ahorro individual para evitar malgastar agua. Sobre la posibilidad de aplicar prohibiciones como las aprobadas en Pontevedra, donde se encuentran ya en prealerta por sequía y el Gobierno local ha decidido prohibir el llenado de piscinas, Caballero reconoció que no se ha tomado oficialmente esta decisión, aunque apeló al sentido común. “Que ni se le ocurra a nadie hacerlo”, expresó el regidor vigués.
El Gobierno local sostiene que las humanizaciones masivas de la ciudad, cuyos trabajos acostumbran incluir la renovación de las canalizaciones y redes de pluviales, han supuesto un ahorro de un 20% en el consumo municipal de agua gracias a una red más moderna, con menos fugas y sistemas de alerta por presión ante posibles pérdidas de agua. “Llevamos ahorrando diez años”, aseguró Caballero mientras volvió a urgir a la Xunta de Galicia a aprobar la toma de emergencia al embalse de Eiras desde los ríos Verdugo y Oitavén. De lo contrario, anticipa "problemas" en el mes de octubre.
En Pontevedra, donde se encuentran en prealerta por sequía y el río Lérez está por debajo del caudal ecológico, han aprobado un plan especial que, entre otras, prohíbe el uso de agua potable para riegos de jardines y limpieza de coches y promueve la instalación de dispositivos de ahorro doméstico.