Un vecino de Vigo de 29 años ha sido interceptado por la Guardia Civil por circular a 230 kilómetros por hora en la autovía A-52 a su paso por el municipio de Ribadavia (Ourense).
En un control de velocidad, el conductor fue detectado en la mañana del pasado domingo a casi el doble de la velocidad permitida, fijada en 120 kilómetros por hora. El hombre fue puesto a disposición judicial por la posible comisión de un delito contra la seguridad vial.
Al superar en más de 80 km/h la velocidad genérica de la autovía, al conductor se le instruyó un atestado en calidad de investigado por la posible comisión de un delito contra la seguridad del tráfico, tipificado en el artículo 379 del Código Penal. El vehículo era un turismo marca Hyundai, modelo i30.
En el caso de que el exceso de velocidad sea superior en 60 kilómetros por hora en vía urbana o en 80 kilómetros por hora en vía interurbana a la permitida reglamentariamente, el Código Penal lo tipifica como delito y es castigado con la pena de prisión de tres a seis meses o a la de multa de seis a 12 meses o trabajos en beneficio de la comunidad. A esto se suma la privación del derecho a conducir vehículos a motor y ciclomotores entre uno y cuatro años.