Los trabajadores de Vitrasa han convocado un nuevo paro total de los servicios de la compañía para este lunes 21 de agosto que, además, implicará la anulación de las lanzaderas especiales para el concierto de David Guetta de este domingo, que se quedará sin servicio nocturno de autobús de retorno.
Así, la huelga para el lunes 21 de agosto se suma a las ya celebradas durante O Marisquiño y la que también afectó a las lanzaderas para el concierto de Alejandro Sanz. Esta vez, la convocatoria del paro total para el lunes vuelve a afectar al servicio de lanzadera de retorno tras un concierto en Castrelos, ya que la medida reivindicativa se activa a las 0:00 horas, impidiendo que se pueda organizar la operativa especial de autobuses. Además, a lo largo de todo el lunes solo estarán operativos los horarios de servicios mínimos. La compañía ha colgado en su web un documento de 38 páginas donde se pueden consultar los horarios de cada línea.
El conflicto laboral sigue así vivo, sin que se acerquen posiciones ni desde el Concello realicen un papel de intermediación, tal y como solicitó en numerosas ocasiones el comité de empresa. El pasado mes de junio, en la primera convocatoria de huelga, los trabajadores censuraron que el alcalde, Abel Caballero, los acusara de tomar como rehén a la ciudad. "Os verdadeiros reféns somos os traballadores de Vitrasa, que en todo este tempo tivemos que aguantar atrasos nas nosas nóminas, ameazas de baixadas salariais, incumprimentos de convenio e das nosas condicións laborais, e sempre sen o apoio do Concello a pesar de que o alcalde presuma de ter impedido a inaplicación do convenio, cando realmente foi un inspector da Xunta e posteriormente un xuíz quenes o impediron”, sostenían desde la representación sindical.
Las huelgas intermitentes se producen desde 2020, aunque el mayor conflicto estalló después de que la empresa intentara aprobar un "descuelgue salarial" que, según denunciaron los trabajadores, implicaba una reducción del 30% de los salarios, así como la ampliación de la jornada laboral. La medida fue censurada en julio de 2022 por el árbitro designado por la Comisión Tripartita Galega, que rechazó los planes de Vitrasa recriminando que pretendía hacer pagar a la plantilla sus problemas económicos. Ahora, los trabajadores buscan forzar a la compañía a firmar un nuevo convenio colectivo para hacer frente a la subida de precios de los últimos años.
El salario de los trabajadores de Vitrasa está congelado desde 2020, y desde el comité se recuerda que desde entonces el IPC subió "más de un 12%". "Mentres a empresa recibiu un pago de 5,7 millóns de euros polas perdas derivadas da covid e aplicóuselle unha suba ao billete en 2022, que supuxo un aumento do 3,7%, e outra nova suba en 2023 que supón un 6,4%", censuran.
Los trabajadores se reunirán este mismo lunes para decidir los pasos a seguir y las próximas movilizaciones y convocatorias de presión para forzar a la compañía del Grupo Avanza a negociar las condiciones laborales.