De las aulas de la Universidade de Vigo a las Juegos Olímpicos de París

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“Realmente, a día de hoy no son quien de darle la importancia que igual le doy dentro de un año, pero la sensación que tengo es la de haber cumplido el mayor sueño de mi vida”. De este modo asume el piragüista y estudiante de la Facultad de Comunicación Diego Domínguez su clasificación para los Juegos Olímpicos de París. La medalla de plata que alcanzaba hace unas semanas, junto a Joan Antoni Moreno, en el Campeonato del Mundo celebrado en Hungría certificaba también que serían los representantes de España en la competición de canoa por parejas (C2), en la distancia de 500 metros, en una cita a la que acudirán, reconoce, “sin presión”, pero “con hambre e ilusión”.

Natural de Madrid, donde se inició en la práctica de piragüismo, Domínguez Martín iniciaba en el curso 2021-2022 su etapa como estudiante del Grao en Publicidad y Relaciones Públicas. Lo hacía tras lograr pocos meses antes su primera medalla en un campeonato del mundo júnior y con el inicio de su etapa universitaria llegaba también el salto a la categoría absoluta, lo que hacía que por aquel entonces vise como un sueño, “que de momento está lejos”, señalaba, la clasificación para unas olimpiadas. Los éxitos continuaron llegando y en 2022 lograba junto con su hermano Noel, estudiante del Grao en Dirección y Gestión Pública, proclamarse tanto subcampeón de Europa como del mundo en la distancia olímpica del C2 500 metros, además de bronce en la competición de mil metros.

Un trabajo que comenzó con el campeonato del mundo sub23

Dos años más tarde, la plata alcanzada en Hungría junto con Moreno suponía su primera medalla en una competición internacional de categoría absoluta, pero también su clasificación para los juegos de París. Previamente, Domínguez y Moreno lograban en julio del pasado año proclamarse campeones del mundo sub23 en la distancia olímpica, lo que sería su vez el detonante para que ambos trabajaran juntos con el objetivo de alcanzar una plaza en París. Como recuerda este alumno de la UVigo, después de que a ambos les "saliera mal el selectivo absoluto” de 2023, decidieron preparar juntos la prueba clasificatoria para mundial sub23. “Ganamos ese selectivo, fuimos al Campeonato del Mundo y lo ganamos sacándole casi un barco al segundo clasificado”, recuerda, y esto los llevó a pensar “que igual darle continuidad la ese barco tenía sentido”.



Comenzaron entonces a remar juntos lo que motivó a su vez que Domínguez se trasladara el pasado mes de octubre a Mallorca, con el objetivo de prepararse junto con su compañero de embarcación. “Era año olímpico y pensé que había que intentarlo y dar ese pequeño plus”, reconoce. Tras meses de trabajo, ambos lograban imponerse en el selectivo, superando a Cayetano García y Pablo Martínez, que habían sido los vencedores el año anterior. Esto provocaba que la embarcación que representaría a España en las olimpiadas fuera a decidirse en el mundial de Hungría, en el que Domínguez y Moreno debían finalizar por delante de García y Martínez, campeones del mundo en 2020 y olímpicos en Tokio 2021, ya que del contrario serían estos los que acudirían a París. “Nuestra mentalidad en Hungría fue no centrarnos en ellos y fijar nuestro trabajo en ganar la Copa del Mundo, porque se no, al final estás más preocupado del que haga el otro barco que de que vaya bien el tuyo”, recuerda el piragüista del Breogán de O Grove. Finalmente, no alcanzaron el oro, que fue para los rusos Ivan Shytl y Alexey Korovaskhov, pero sí la clasificación y semanas después se encontraban en la presentación del equipo olímpico de piragüismo.

Por delante, quedan la últimas semanas de preparación antes de viajar a París. Allí, acudirán con el objetivo de luchar por el oro, reconoce, después de en el mundial de junio superaran la buena parte de los que serán sus rivales en la prueba olímpica. “Nos vamos a vivir la experiencia. Siendo realistas, son nuestros primeros juegos y no tenemos presión por la medalla”, reconoce Domínguez, al tiempo que admite que “esperan mucho de nosotros, porque es evidente el potencial que hay en el barco y que puede conseguirse un buen resultado”.

 

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