Decenas de personas claman en Vigo contra la violencia machista. Tal y como estaba previsto, la calle Príncipe, frente al MARCO, acogió en la tarde de este lunes alrededor a las 19:30 horas una concentración contra el asesinato a manos de su expareja de Vanesa Serén, que sucedió el pasado fin de semana en Oia.
Al grito de "todas somos Vanessa" y "querémonos libres, querémonos vivas", decenas vigueses y viguesas se sumaron a la lucha contra la violencia de género en un concentración convocada por la plataforma de organizaciones feministas Feminismo Unitario Vigo como acto de repulsa contra el crimen de Oia, uniéndose así a las numerosas manifestaciones previstas para este lunes 5 de junio en Galicia. Entre los asistentes se encontraban también el portavoz del BNG en Vigo, Xabier P. Igrexas, o la portavoz de Podemos en Vigo, Meli Vázquez.
Así, además de los tres días de luto oficial decretado en Oia también estaban previstas para la jornada de este lunes minutos de silencio en toda Galicia y concentraciones en A Guarda, Moaña, O Porriño, A Ramallosa, Pontevedra, Santiago de Compostela o Vilargarcía, entre otros.
El de Oia supone en segundo asesinato machista registrado en Galicia en este 2023, después de las detención de un hombre el pasado mes de febrero tras matar a su expareja en Baiona.
Crimen de Oia
El crimen ocurrió a primera hora de la tarde del sábado, cuando el denunciado, un guardia civil que no disponía de arma reglamentaria, tras habérsele retirado después de una baja médica, se presentó en el acceso de un camping en Oia, donde trabajaba su expareja. Cuando la mujer salió le disparó y la mató, y salió huyendo. El sospechoso fue localizado horas después en una zona forestal y, al verse cercado por agentes, se suicidó. El Concello de Oia decretó tres días de luto oficial y, a lo largo de este lunes, se suceden por toda Galicia concentraciones de repulsa por estos hechos.
La subdelegada del Gobierno en Pontevedra, Maica Larriba, explicó en las últimas horas que los agentes de la unidad de la Guardia Civil encargados de este tipo de casos intervinieron en un total de 56 ocasiones para proteger a la víctima, una de ellas “muy recientemente”. En todo caso, según ha explicado, esto no quiere decir que el agresor incumpliera esta pena, sino que se trata de “seguimiento de la víctima para constatar que la persona condenada no está quebrantando la condena”, y aseveró que “en ningún caso” la víctima “ha estado desamparada”.