El conflicto laboral de Vitrasa sigue enquistado. El comité de empresa de la concesionaria del transporte urbano de Vigo ha emitido un comunicado este lunes en el que denuncian que a pesar de aumentar los paros la semana pasada -con un nuevo decreto de servicios mínimos que entienden abusivos y vulneradores del derecho a huelga por aumentar del 25% al 40%- tanto la compañía como Abel Caballero siguen sin convocar a la representación del personal a una reunión, algo que sigue ocasionando prejuicios a las usuarias y usuarios del bus urbano de la urbe gallega.
Los representantes de los trabajadores de Vitrasa piden disculpas a todas esas personas que se ven afectadas por los paros parciales, pero señalan que "é a única medida de presión que temos de reivindicar unhas condicións de traballo dignas" y recuerdan que algunos de los problemas que han ocasionado este conflicto laboral entre ambas partes son el salario congelado desde 2021, falta de descanso en la jornada, jornadas de 10 horas o eventualidad.
El comité de empresa de Vitrasa también dirige sus críticas al Concello de Vigo, de los que "aseguran non entender como aínda non retirou a concesión a unha empresa que continuamente está a recortar servizos e frecuencias e a precarizar as condicións laborais". "O mal servizo que ofrece a empresa e o Concello impide a recuperación de viaxeiros e viaxeiras, tal e como sucede na Coruña, onde se alcanzaron o ano pasado os 20 millóns de usuarios e usuarias", indican. En este ámbito, apelan al Gobierno municipal a comprar el servicio de transporte urbano "co dos nosos veciños, no canto de fixarse en Tokio, Paros ou Nova Iorque".
Los trabajadores de la concesionaria tachan de "incomprensíbel" que Vitrasa intente continuar con la concesión a pesar de las pérdidas económicas que declara a pesar de aplicarse recientemente dos subidas en el precio del billete, "e tendo en conta que o xulgado negoulle recentemente o reequilibrio millonario que lle solicitaron ao Concello". Por ello, califican de "sospeitoso" que vayan a hacer una inversión millonaria en autobuses de última generación cuando quedan poco más de dos años de concesión. "Resúltanos indignante que o alcalde se desentende do conflito aludindo a unha discrepancia entre unha empresa privada e os seus traballadores, e que ao mesmo tempo agradeza á compañía a publicidade gratuíta que realiza e acuda a facerse a foto na presentación dos autobuses".