El "nuevo" paseo de Bouzas con las gradas al mar estará abierto en diez días, para la Brincadeira

Publicidad

A pesar del problema de stock que sufre la obra del "nuevo" paseo de Bouzas por falta de materiales, el Gobierno municipal mantiene su previsión para que la zona esté abierta al público este mismo mes de mayo y, en concreto, para la celebración de la fiesta de la Brincadeira. Así lo confirmó este miércoles el alcalde, Abel Caballero, a la vez que defendió que la obra "sigue a gran velocidad".

Lo cierto es que el propio regidor confirmo que se "está esperando" la llegada de madera para poder completar la cubrición de una parte del paseo, que se construye con este material, aunque "seguramente", dijo Caballero, "la podremos disfrutar en la Brincadeira". La fiesta de Bouzas se celebrará el 13 y 14 de mayo, por lo que la obra debe avanzar a ritmo rápido para poder abrir el espacio en diez días.

La actuación está transformando una superficie cercana a los 8.000 metros cuadrados, en un tramo de medio kilómetro que va de la iglesia de Bouzas al puente de la VG-20. En la parte inicial destaca el paseo de madera que se combina con granito y espacios verdes, además de incluir pérgolas de sombra al estilo de la reforma de Ronda de Don Bosco.

Sin embargo, uno de los grandes cambios está en la zona más próxima al puente que conecta con el relleno, ya que se ha sustituido la antigua escollera por un graderío que permite acercarse a la lámina de agua y que, asegura Caballero, "permite el espacio de una playa urbana". Este graderío, de 250 metros, busca imitar a las playas fluviales del Sena. Según explican los técnicos de la obra, cuando la marea esté baja se podrá acceder directamente hasta la arena mientras que cuando la marea suba el agua llegará hasta el segundo escalón.

La reforma del paseo de Bouzas es una de las obras más esperadas en el barrio, que se ha prolongado más tiempo del deseado. Tras los problemas de mantenimiento, el paseo lleva cerrado desde 2018. 

Salir de la versión móvil