La larga batalla administrativa que se mantiene desde hace más de un año entre el Concello de Vigo y la empresa propietaria del Palacio de la Oliva, en le Casco Vello, se encamina hacia un final que podría dejar más que cojo a este histórico edificio rehabilitado como espacio de hostelería y eventos.
La Xerencia de Urbanismo aprobó este lunes el informe de resolución que busca poner fin a las dudas sobre qué se puede y qué no hacer en el inmueble ubicado en la rúa Oliva. En noviembre del año pasado, Urbanismo ordenó el cierre de la discoteca ubicada en el sótano por carecer de licencia. La empresa recurrió y aseguró que seguiría con "la actividad autorizada" al considerar la orden de cese "un error", por lo que presentó sucesivas alegaciones.
Según la versión de la sociedad Getting Back Stones (Interatlantic), se disponían de "todos los títulos habilitantes que exige la normativa", por lo que entendían que la decisión municipal era "a todas luces, un error". Recurrieron el cese de actividad y mantuvieron la sala de fiestas al entender que podían acerlo "al amparo de los títulos municipales habilitantes".
El Concello, ahora, insiste en que el Palacio de la Oliva solo se permiten usos "sociocultiurales", por lo que los equipo de megafonía solo pueden ser empleados para “charlas, conferencias, presentaciones de libros” o conferencias y coloquios”. Así lo socilitó la empresa, que pedía mantener altavoces y micrófonos porque “el desarrollo de la actividad, incluye la celebración de reuniones, exposiciones, actos de presentación de conferencias y coloquios para los cuales es necesario el uso de un equipo de megafonía tal como el que se ha colocado, equivalente a un hilo musical”.
Con todo, aunque se admite que se mantengan las instalaciones tal y como están, Urbanismo es muy tajante. "No están permitidas las celebraciones de todo tipo”, recoge el expediente municipal y advierte que "no estarán permitidos los usos prohibidos" por el PEPRI (Plan Especial de Protección y Reforma Interior) del Casco Vello. Y para evitar confusiones se enumeran: ni salón de juegos, ni salón recreativo, ni sala de fiestas, ni discoteca, ni salas de baile, ni karaokes, ni pubs, ni exhibiciones especiales, ni tablaos flamencos, ni café-teatro, ni café-concierto, ni café-cantante ni "usos que no estén permitidos por la normativa general o sectorial".
La única salida que tiene ahora el Palacio de la Oliva es interponer recurso de reposición ante la Xerencia de Urbanismo o recurso contencioso-administrativo ante los juzgados.