Feijóo, en su modo más soñador, se presentó esta mañana en Vigo para hacer una visita a las obras de la estación intermodal. El acto, de un importante carácter institucional, al acompañar al presidente de la Xunta el alcalde de Vigo, Abel Caballero; la presidenta de Adif, Isabel Pardo de Vera; la presidenta de la Deputación de Pontevedra, Carmela Silva; la conselleira de Infraestruturas, Ethel Vázquez; y la delegada de la Xunta en Vigo, Marta Fernández-Tapias; así como otros representantes de los grupos municipales del PSOE y del PP.
La estación de autobuses que está realizando la Xunta de Galicia prevé un tráfico de viajeros de dos millones al año y que se registren en torno a 500 expediciones diarias. Contará con 30 dársenas, 22 de andén y ocho de regulación. Ese modo "soñador" de Feijóo adquiría sentido al pisar los terrenos sobre los que estará la futura estación intermodal, una actuación en la que en estos momentos los operarios trabajar en la demolición de la estación ferroviaria provisional. De la propia estación, nada. El objetivo es claro. Que la estación de buses esté en funcionamiento a finales de este año, tan solo unos meses después de la apertura del Centro Comercial Vialia, prevista para el mes de septiembre.
El máximo mandatario autonómico aseguró que las obras de la estación intermodal se "encuentran en fase avanzada", una actuación que en palabras de Alberto Núñez Feijóo "es la ejecución paulatina de un sueño". El presidente de la Xunta agradeció el "empeño del Gobierno liderado por Rajoy y Sánchez para hacer este descomunal proyecto" y puso en valor los 18 millones invertidos por el Ejecutivo gallego para llevar a cabo esta infraestructura que permitirá "coger en segundos" un tren, un autobús o un taxi. El líder del Gobierno autonómico también quiso poner en valor el trabajo del Concello de Vigo, personificado en Abel Caballero, en los diseños de los accesos a la estación intermodal.
La actuación que se está desarrollando en Vía Norte promete ser una revolución para Vigo. La realidad es que está siendo una obra transformadora, tal y como confirmó Abel Caballero en su intervención ante los medios. El regidor vigués puso en valor la unión entre todas las administraciones, una "unión de fuerzas" que ha permitido, de momento, derribar "el molote" de la calle Alfonso XIII e iniciar una infraestructura en "sistema de túneles" que será una "interconexión total" al haber en el mismo espacio la estación de tren, la estación de bus y la parada de taxis. Todo situado en pleno centro de la urbe gallega. "Esta actuación supone el rediseño del centro de la ciudad", concluyó el alcalde de la ciudad olívica.