Puntuales, a las 18:30 horas, los Reyes Magos iniciaron un año más su recorrido por las calles de Vigo. Aunque la lluvia se hizo presente en una parte del itinerario, lo cierto es que el breve chaparrón no empañó una cita por la que esperan a lo largo de 365 días los niños de toda España, también los de la ciudad olívica. Caras llenas de ilusión, miles y miles de caramelos y mucha diversión fueron los ingredientes de una cabalgata que buscó sumergir a la ciudad en un universo acuático.

Pulpos, submarinistas, delfines, caballitos de mar o medusas llenaron de magia un recorrido que arrancó en la Avenida de Castelao, en Coia, y finalizó en la Praza do Bicentenario, frente al Concello. Este año, la comitiva estrenó recorrido a lo largo de Camelias. Tras más de dos horas, Sus Mágicas Majestades se despidieron de los más pequeños en Porta do Sol, bajo el árbol gigante, donde agradecieron el cariño y el calor de la ciudad y recibieron las llaves que abren todos los hogares. "Alá, a dormir para casa todos" gritó el alcalde, Abel Caballero, tras entregar la llave mágica para recordar a los pequeños que debían acostarse pronto porque "los Reyes son de trabajo temprano". Con suerte, a la mañana siguiente tendrán su regalo.