Los centros de Galicia comienzan a tener sus zonas señaladas contra el acoso. Coincidiendo con el Día Internacional de la Educación, arranca la colocación de 1.242 puntos naranjas contra el acoso escolar, que en las próximas semanas llegarán al cien por cien de los colegios e institutos gallegos sostenidos con fondos públicos. Se trata de una iniciativa desarrollada dentro del Plan Integral contra estas conductas impulsado por la Xunta de Galicia con el fin de blindar los entornos escolares para que “sean seguros, inclusivos y respetuosos y que cuenten con los recursos necesarios para poder prevenir, identificar y actuar ante estas situaciones”, destacan desde el Gobierno gallego.
El conselleiro de Cultura, Educación, FP y Universidades, Román Rodríguez, visitó este miércoles el Colegio CEIP Xoaquín Loriga de Lalín, donde fue habilitado el primero de estos puntos a la disposición del alumnado, y que además de los centros educativos, también está previsto que se instalen en los Espazos Xoves y en las residencias juveniles y de estudiantes.
El titular de Educación del Gobierno gallego aprovechó la visita al centro para reivindicar la “tolerancia cero” ante cualquier conducta contraria a la convivencia y reclamó la implicación del conjunto de la sociedad “en esta tarea de país que requiere del compromiso de todos y cada uno de nosotros”.
Puntos físicos y virtuales
Estos puntos naranjas contra lo acoso escolar tienen un formato físico en las propias instalaciones y otro virtual a través de los webs de cada uno de los centros educativos. Además, cuentan con una imagen común y uniforme para que sean perfectamente identificados y accesibles.
Su funcionamiento es cómo el de un buzón a través del cual el alumnado puede comunicar o denunciar, desde una posición totalmente anónima, posibles situaciones de acoso o ciberacoso que sufran o perciban en terceros.
Para gestionar este buzón, en cada centro educativo se constituye un equipo de actuación contra el acoso escolar integrado, entre otros, por el coordinador de bienestar emocional y convivencia y la persona orientadora del centro.
De este modo, el alumnado cuenta con un equipo de referencia al que dirigirse en caso de que lo necesite. Además, en el nuevo protocolo educativo para la prevención, la detección y el tratamiento del acoso y del ciberacoso escolar recientemente actualizado, se establece un procedimiento de intervención ante los posibles casos que se conozcan por esta vía.