Galicia registró un mes de noviembre muy seco y frío, hasta el punto de que la temperatura media obtenida en las estaciones más representativas de la Comunidad se situó 1,1º por debajo de lo esperado, una anomalía que permite caracterizar este período como el segundo más frío de las últimas dos décadas.
Así consta en el avance del último informe climatológico de Meteogalicia, que subraya también que fue un mes con tres partes muy diferenciadas, marcado por un inicio en el que predominaron los chubascos y el tiempo inestable, que dio paso a un período anticiclónico y sin grandes cambios de más de dos semanas, y finalizando con unas jornadas en las que la tónica fue la entrada de aire frío y viento del noreste con predominio de las altas presiones.
La característica más destacable fue la temperatura, con mínimas consideradas muy frías y una anomalía negativa de las medias de 1,1º. El precedente más próximo en este sentido fue noviembre del año 2008, cuando los valores medios se situaron 1,64º por debajo de lo habitual, lo que convierte al pasado mes de noviembre en el segundo más frío desde 2002.
Con carácter general, los termómetros marcaron registros bajos en el conjunto de Galicia, aunque los valores más fríos se concentraron en localidades de A Mariña oriental, A Fonsagrada y Os Ancares, donde la anomalía se acercó a los -2º. Los registros más altos, en este sentido, se consiguieron en la Serra da Capelada y en municipios de la comarca del Xallas, donde se movieron alrededor de 0,5º por encima de lo normal.
Menos lluvia y concentrada en pocas jornadas
En lo que respecta a las precipitaciones, según los datos recogidos en las estaciones meteorológicas más representativas de la Comunidad, noviembre fue un período muy seco en general, con lluvias concentradas en unas pocas jornadas que coincidieron con los primeros días del mes y con el paso de la borrasca Arwen, hacia el final, con una precipitación media acumulada de 82 L/m2.
En comparación con el período de referencia 1981-2010, noviembre se cerró en Galicia con un déficit de precipitaciones del 63% con respecto al valor climático normal para esta época. Con todo, hace falta subrayar que tampoco fue un valor excepcional ya que en 2015 —el precedente más próximo— llovió en este mismo mes un 65% menos de lo que se considera habitual.
La tónica general en el conjunto de la Comunidad fue la escasez de precipitaciones, debido a los dos largos períodos anticiclónicos registrados durante la parte central del mes y también al hecho de que los episodios de lluvia vinieron asociados a entradas de aire frío procedente del norte.
Aun así, hubo grandes contrastes entre los valores registrados en el sur y el sudoeste de la Comunidad, donde el porcentaje de lluvias fue un 80% inferior a lo normal; y los de la Mariña lucense, que en algunos puntos registró precipitaciones que llegaron incluso a duplicar los valores que se consideran normales para esta época.