La ciudad de Vigo se encuentra en pleno crecimiento urbanístico. El PXOM ha desbloqueado una multitud de proyectos inmobiliarios, que en un medio plazo previsiblemente renovarán la imagen de la urbe. En esta expansión de nuevas construcciones se incluye el entorno de Beiramar, donde ya está avanzada la transformación de antiguas naves en nuevas viviendas. Pero, por el momento, todo eso no sale del papel.
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Mientras tanto, en el día a día los vecinos de esta zona siguen encontrándose una realidad bien distinta. Residentes del entorno de Marqués de Valterra, Torrecedeira o Beiramar han visto cómo el abandono de uno de sus parques infantiles lo han empujado al declive. Un espacio que ocio para familias y vecinos que ahora se ha convertido en un punto negro en el que se trapichea con estupefacientes.
Así lo denuncian los propios residentes en la zona, que se quejan de la situación: "Cómo voy a traer aquí a un niño, si poco más y se pincha con una jeringuilla". La realidad es que en el parque infantil que se encuentra sobre el pabellón de O Berbés es fácil ver cómo se practica el menudeo.
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El lugar se ha convertido en una especie de campamento en el que ya se han instalado varias personas de forma habitual, que se han acomodado allí con un colchón, mantas que tienden en las pérgolas y todos los deshechos que dejan a su paso, desde platos rotos hasta botellas de cerveza.
Un par de vecinos presentes en el propio parque muestran su indignación por el abandono del mismo. Es una percepción generalizada, que ha provocado que poco a poco vayan renunciando a este espacio a medida que se genera en ellos una sensación de inseguridad en la zona. Todo ello, "a plena luz del día y sin que nadie tome cartas".
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Parte de su crítica se centra en que no se tomen medidas ni para cuidar del área de juego ni para terminar con el menudeo que se practica allí. "Siempre son las mismas personas, no sabemos por qué el Concello no desarrolla un plan de intervención para ayudarles y mejorar la salubridad en esta zona", se quejan mientras recorren el parque por el que jugaban hasta hace no demasiado con los niños del barrio.