El Centro de Investigación e Tecnoloxía Matemática de Galicia (CITMAga), impulsado por las universidades de A Coruña, Santiago y Vigo, participan en el proyecto europeo 'CytoMARK', que busca desarrollar un nuevo test de diagnóstico para el cáncer de endometrio que evite biopsias y no sea invasivo, sino que se pueda emplear en una consulta.
En concreto, por parte del CITMAga, la coordinadora es María Ángeles Casares de Cal, junto a Antonio Gómez Tato, quienes desarrollan su labor en las áreas de Estadística e Investigación Operativa y de Geometría y Topología de la facultad de Matemáticas de la Universidade de Santiago de Compostela (USC).
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Otros socios de esta iniciativa son el Instituto de Investigación Vall d'Hebrón, el Instituto de Salud de Luxemburgo, el Hospital Universitario Haceteppe de Turquía, y dos empresas de este último país y de Lituania que se encargarán de validar el nuevo método.
Tal y como explica el CITMAga, el de endometrio es el cuarto cáncer más común entre las mujeres y de los pocos cuya incidencia sigue en aumento. En un contexto en el que la detección precoz "es fundamental", porque está "directamente asociada a la supervivencia", lo cierto es que todavía no hay métodos de cribado disponibles y su diagnóstico solo se realiza en pacientes que presentan síntomas.
"El diagnóstico de cáncer de endometrio no es algo simple, sino que incluye pruebas médicas invasivas, que requieren quirófano y anestesia. El objetivo del proyecto es desarrollar un método no invasivo, fiable y rápido, para poder descartar, o no, que la paciente tenga cáncer", explica el profesor Antonio Gómez Tato.
El proyecto 'CytoMARK' busca determinar el perfil de las proteínas vinculadas a esta enfermedad oncológica, a partir de la extracción de muestras de mujeres con o sin cáncer de endometrio. Para ello, se seleccionaron varias proteínas candidatas --lo que se conoce como biomarcadores-- a partir de las cuales desarrollar un modelo matemático para conocer, con alta probabilidad, si la paciente presenta o no la enfermedad.
Posteriormente, las empresas europeas participantes en el proyecto se encargarán de desarrollar un pequeño dispositivo para utilizar directamente en las consultas médicas. De este modo, identificando biomarcadores en el fluido cervical de las pacientes, se puede agilizar el proceso y conocer el diagnóstico en la propia consulta, a través de esta herramienta personalizada.
"Así, cuando una paciente presente algún síntoma compatible con la enfermedad, mediante un simple análisis de una muestra obtenida en la consulta, se podrá descartar o no la presencia de un cáncer endometrial y, por lo tanto, evitar biopsias innecesarias", asegura Gómez Tato.
Diagnóstico simplificado de demencia
Por otra parte, en la USC se ha defendido recientemente una tesis doctoral que muestra la eficacia de un test que permite detectar demencias y trastornos cognitivos en personas de bajo nivel educativo a partir de solo 10 láminas.
Tal y como informa la universidad, este sistema se basa en la conocida como 'escala de denominación de Boston' (BNT), que consta de 60 láminas con dibujos de objetos cotidianos que evalúan la capacidad de los pacientes para decir sus nombres. Sin embargo, este método presenta dificultades de aplicación por su excesiva duración y porque no está pensado para personas con escaso nivel educativo.
En este asunto trabajó el equipo de investigación del profesor de Psiquiatría de la USC y responsable de Psicogeriatría del Complexo Hospitalario Universitario de Santiago (CHUS), Raimundo Mateos Álvarez. Marta Torrente acaba de demostrar la eficacia práctica del sistema bautizado como 'BNT10' en una tesis dirigida por el propio Mateos y la doctora Consuelo Nebreda Vicario, quien es la autora del nuevo test. Torrente destaca lo "fundamental" que es poder contar con un método simplificado y que dura solo dos minutos para detectar demencias, porque "en las consultas prima la rapidez" y porque en Galicia "aún hay muchos pacientes con un nivel de escolarización muy bajo" para los que no servía el método tradicional de evaluación.
'BNT10' se validó en una muestra de 441 pacientes en una consulta especializada de Geriatría en el área sanitaria de Vigo. La población empleada tenía una media de 80 años, predominaba el entorno rural y el nivel educativo bajo o muy bajo.