El incesante aumento del peaje de la principal vía de comunicación por carretera que recorre Galicia, la AP-9, volverá a repetirse a partir del próximo 1 de enero. Lo hará, si nada cambia, de forma muy pronunciada, para beneficio de la concesionaria. A falta del visto bueno del Gobierno, los peajes de la autopista que cruza Galicia de norte a sur se dispararán por encima del 9%, volviendo cada vez más inaccesible un viaje por carretera vital para la economía gallega.
La AP-9 continuará en 2023 separando a los gallegos, en lugar de acercarlos. Con toda probabilidad, serán muchos los que se piensen dos veces tomar una autopista que sangra cada año más la cartera de los conductores. La tarifa que se aplica en sus peajes sigue una fórmula preestablecida en la que se tiene en cuenta el IPC y una corrección para incluir determinados costes. El resultado de este año se irá previsiblemente a un alza superior al 9%.
La norma fija que las revisiones de precios se realizarán cada año y tendrán en cuenta la evolución de precios (IPC) de los últimos 12 meses. Las concesionarias deben enviar al Ministerio su propuesta antes del 1 de diciembre, por lo que la fórmula calcula la variación anual del IPC entre noviembre de 2021 y octubre de 2022 con respecto a los doce meses anteriores. A mayores, se tiene en cuenta la previsión de la intensidad media de tráfico y su evolución. A la cifra resultante todavía se le suma otro alza del 1% como compensación por la ampliación del puente de Rande.
Así, debido al incremento del IPC que subió en los últimos 12 meses en torno al 8,30 y el 1% de compensación, la subida de precios del peaje se irá por encima del 9,30%, ya que faltaría compensar el tráfico medio esperado. Será la concesionaria, Audasa, la que envíe al Ministerio de Transportes la propuesta para que la autorice. De obtener el visto bueno, se aplicaría a partir del 1 de enero de 2023, si el Gobierno no toma medidas para reducir el impacto del alza.
Con los nuevos precios, el viaje Vigo-A Coruña se situaría por encima de los 19 euros. Así, la ida y vuelta -si no se dispone de dispositivo de telepeaje- se iría por encima de los 38,50 euros. Solamente moverse hasta Pontevedra desde la ciudad olívica y -pagando sin telepeaje que, recordemos, habitualmente tiene un coste anual en forma de comisión del banco- se iría por encima de los 4,5 por trayecto.
En esta coyuntura, a preguntas de los medios, en un acto en Santiago, el presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, ha lamentado que el Gobierno central no escuchase su petición de "congelar los peajes", en la línea de los autonómicos, en la que ha insistido. "Todo indica que en el peor momento tendrá una subida histórica", ha lamentado.