Ribadelouro, en Tui, celebró este miércoles la transformación alcanzada con la actuación desarrollada en la carretera provincial que cruza la parroquia. “De ser un viario que invadía el epicentro de esta zona sin conceder espacio para el vecindario se pasó a una zona amable, sostenible y segura para las personas de la mano de la Diputación y del Concello”, explicaron desde la administración provincial.
La mejora efectuada en la EP-2502 Cerquido-Ribadelouro a su paso por la parroquia dio respuesta, como subrayaron hoy la presidenta provincial Carmela Silva y el alcalde Enrique Cabaleiro, “a una demanda histórica”. De hecho, el acto de apertura congregó a numerosos vecinos y vecinas y representantes de las asociaciones y de la Comunidad de Montes de la parroquia.
Las obras de mejora de la seguridad vial se centraron en la recuperación de espacio público, teniendo también en cuenta que se trata de una zona de tránsito muy transitada por peregrinos, ya que forma parte del trazado del Camino Portugués. Los trabajos, que incluyeron la creación de una plataforma única con preferencia peatonal, se realizaron en un tramo de 200 metros, en el tramo que discurre delante del centro sociocultural de Ribadelouro, la iglesia de Santa Comba, el cementerio y el atrio de la fiesta, además de la reurbanización de todo el entorno. La actuación tuvo un presupuesto de 468.243 euros y la Diputación recibió una subvención de 120.000 euros de fondos europeos del Plan de Recuperación. El resto de la inversión (348.243 euros) fue financiado mediante un convenio a través del cual la institución provincial aportó el 70% (243.771€) y el Concello el 30% restante (104.472€).
Además de construir una plataforma única para toda la calzada, se acondicionó el vial municipal que cruza la carretera provincial, se mejoró el trazado existente, al ampliar el radio de las curvas más cerradas, y se ejecutó una acera más ancha que la existente para separar el tráfico peatonal del rodado. Las obras incluyeron también el relevo de la iluminación existente por nuevos equipos de tecnología led y la incorporación de elementos físicos reductores de velocidad en la calzada. Asimismo, se habilitó una zona verde y se instalaron bancos, con el fin de promover el entorno como un lugar de interacción social.
Para la presidenta provincial, Carmela Silva, “esta es una obra que supone un cambio radical del entorno y un ejemplo más de la transformación que está experimentando esta provincia de la mano del modelo de movilidad, un modelo del siglo XXI centrado en las personas”. Silva subrayó asimismo que “la recuperación del espacio público para las personas es para este Gobierno la gran prioridad en el campo de la movilidad”.
Por su parte, el alcalde, Enrique Cabaleiro, señaló que esta actuación “era una prioridad y que además responde a la apuesta de transformar no solo el casco urbano sino también las parroquias”. Insistió en que “era necesaria una actuación de este tipo también por el valor patrimonial de la zona por la que discurre el Camino de Santiago y por su “peso social y económico”.