La normalidad se vuelve a respirar en Vigo, nunca mejor dicho. Los devastadores incendios de Portugal han dibujado en la ciudad un escenario aparentemente apocalíptico, el humo ha cubierto durante dos días el cielo dejando una luz anaranjada que teñía las calles. Una situación que pudo tener repercusiones para la salud de los vecinos y las vecinas.
El miércoles, los vigueses y las viguesas se vieron sorprendidos por un amanecer oscuro. La opacidad de una espesa nube de humo cubría el cielo y provocaba que el sol no brillase con normalidad. Sin embargo, la situación fue empeorando cuando los restos del fuego al otro lado de la frontera comenzaron a afectar a la calidad del aire en la ciudad. El pasado jueves, las autoridades llegaron a calificarla como "muy mala", y esto podía tener efectos para la salud de la población.
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Durante toda la jornada, las estaciones meteorológicas de Vigo registraron un alto volumen de peligrosas partículas en el aire. Estas tenían un tamaño igual o inferior a 2,5 micrómetros de diámetro aerodinámico, lo que les permite llegar a las vías pulmonares sin ser filtradas por la mucosa que protege al cuerpo humano. Por ello, desde la Xunta de Galicia se emitió una serie de recomendaciones para no arriesgarse a las posibles consecuencias.
La lluvia limpia el aire de Vigo
Los expertos de MeteoGalicia señalaban inequívocamente a los incendios en Portugal como causantes de esta situación. Y apuntaban que solo dos cosas podrían poner fin al empeoramiento de la calidad del aire en Vigo; la extinción de los fuegos o la llegada de la lluvia. Afortunadamente para los vecinos y vecinas, el tiempo ha cambiado en la ciudad, que ha dejado atrás el verano para disfrutar de un día gris con precipitaciones.
Pese a que muchas personas se resistían a que terminaran los días de verano, la llegada de la lluvia provocará una limpieza en la atmósfera de la ciudad. De hecho, ya desde primera hora del viernes los registros apuntaban a una leve mejoría de la calidad del aire, que varía entre una calificación "favorable" y una "mala", en función de la zona. Pese a que todavía debe mejorar más para no suponer un peligro, esta es una señal de que evoluciona favorablemente.
Eso sí, mientras continúen los incendios y el viento del sur, el humo continuará llegando a Galicia y provocando consecuencias para la ciudad de Vigo y sus alrededores.