A menos de tres meses para que la nueva Porta do Sol abra definitivamente tras finalizar las obras, que duran ya más de dos años, la pavimentación de la plaza está ya muy avanzada, mientras se trabaja ya en las salidas del túnel en Policarpo Sanz y del aparcamiento subterráneo en Carral. La obra inicia la cuenta atrás tras anunciarse su finalización para el mes de agosto.
La peatonalización de la que será la gran plaza pública de Vigo en el corazón de la ciudad, con unos 8.000 metros cuadrados, supuso un reto mayúsculo y cambiará para siempre la fisionomía del centro urbano. También ha tenido detractores, fundamentalmente por la decisión de soterrar el tráfico disparando el coste, las dudas sobre el tratamiento de los restos arqueológicos aparecidos y posteriormente sepultados, o por la ausencia de masa vegetal de gran porte. Con todo, los trabajos avanzan ya en su etapa final permitiendo vislumbrar cómo será el resultado tras invertir 13,4 millones de euros.
En el centro de la plaza, está prácticamente finalizado el enlosado de piedra, que cuenta con franjas de tono más oscuro que la cruzan de un extremo al otro. Este espacio busca permitir la celebración de eventos multitudionarios. En cualquier caso, aún siendo necesario una plaza abierta sin grandes elementos fijos, sí habrá una zona verde, que recreará las Islas Cíes, además de un banco con fuente incorporada y diferentes elementos decorativos. El proyecto contempla también cuatro árboles de gran porte, que deberían situarse entre el Sireno y Príncipe de cumplirse el plan.
En superficie ya es plenamente visible la salida del túnel en Policarpo Sanz por el que transcurrirá el tráfico rodado. En ese extremo, se levantará un escenario fijo donde poder celebrar pequeños conciertos y actuaciones. Habrá además focos fijos en ambos extremos de la plaza para permitir su iluminación.
Otro de los espacios donde también se trabaja ya a marchas forzadas es en la calle Carral. Aquí se pretende completar el eje mecánico que se inició con las escaleras de II República y que avanzarán también con el proyecto de rampas en el Paseo de Granada, conectando Marqués de Valladares con las faldas de O Castro a través de escaleras y rampas mecánicas. Por ahora se está creando la nueva salida del aparcamiento subterráneo, pues la anterior no coincidía en cota con las nuevas cotas. Junto a ella, se instalará la rampa mecánica, con una inclinación de 12º y una capacidad máxima para 6.000 personas/hora.
Lo que en principio sí se mantendrá es el aparcamiento subterráneo, fundamental ante la alta demanda de los vecinos del Casco Vello. Cerrado desde 2015, debería reabrir tras la finalización de las obras. Lo hará con menos plazas, debido a que buena parte de la infraestructura será usada para el tráfico rodado. Así, se espera que se habiliten en torno a 140 plazas, frente a las algo más de 250 de las que disponía inicialmente en sus tres sótanos.
¿Cómo será el mobiliario de Porta do Sol?
Aunque se contempla como una plaza fundamentalmente despejada, la nueva Porta do Sol contará también con elementos distintivos en la línea de las nuevas humanizaciones. Como espacio "estrella", el proyecto contempla una zona ajardinada con la forma de las Islas Cíes. Está planificada entre Segunda República y Princesa y estará compuesta de olivos y plantas bajas de flor (lantanas y begonias).
También se prevé un "banco-fuente". Se trata de un conjunto de bebedero y fuente de agua ornamental integrada en banco de granito. Este elemento, que combina una fuente iluminada con led sobre un banco de piedra, es uno de los más llamativos, pero también costosos con un presupuesto de unos 28.000 euros. Muy cerca se instalará también una maqueta tiflológica con el relieve de la plaza para personas con visibilidad reducida. En este caso el presupuesto es de casi 19.000 euros.
Se instalarán también bancos en las zonas laterales así como el posible traslado del Dinoseto. Por su parte, las farolas incluirán un sistema de luces en diferentes tonos que permitirán otorgar ambientaciones específicas durante la celebración de espectáculos. Para ellos, se plantea un escenario tras la salida del túnel en Policarpo Sanz.