La plantilla de la empresa Vitrasa, concesionaria del servicio de bus urbano en Vigo, se ve "abocada a la huelga indefinida", a la espera de que la Comisión Tripartita Galega para a Inaplicación de Convenios Colectivos intervenga en el conflicto, y después de que hayan finalizado sin acuerdo los períodos de consultas y mediación abiertos tras el anuncio de la empresa de un 'descuelgue salarial'.
Los trabajadores se han concentrado este jueves nuevamente a las puertas del Concello de Vigo para denunciar la intención de la empresa de reducir un 30% sus salarios y ampliar su jornada de trabajo anual, y han vuelto a criticar que el gobierno municipal, que en plena pandemia prorrogó la concesión por cinco años más, no haya tomado medidas para poner fin a la situación.
El presidente del comité, Imanol Arnoso (CIG), ha señalado que la aplicación de ese 'descuelgue' será "inminente", y que la Comisión Tripartita nombrará un árbitro que decida el futuro de los trabajadores. En todo caso, ha apuntado, Vitrasa se mantiene en sus intenciones y no ha dado muestras de reconsiderar su decisión, que justifica por un riesgo de quiebra económica.
Al respecto, Arnoso ha reiterado que "las cuentas no cuadran" y que "lo primero que debería hacer el Concello" es solicitar una auditoría independiente sobre Vitrasa. Como ejemplo, ha explicado que, habitualmente, cuando la empresa compra nuevos vehículos imputa ese gasto al concepto de amortizaciones a largo plazo, mientras que en las últimas cuentas "lo mete en los gastos anuales".
A juicio del presidente del Comité, el Concello "debería rescatar la concesión" y ha advertido de que las pérdidas provocadas por la pandemia en el bus urbano "no justifican" que Vitrasa "quiera sacarle el dinero a sus trabajadores y a todo el pueblo de Vigo"
En la misma línea, el vicepresidente del Comité, Fernando Pérez (USO) ha insistido en que "no solo hablamos de recorte de salarios", sino que la empresa pretende ampliar en 86 horas al año su jornada de trabajo. "Imaginamos que el recorte de salarios será a partir de la próxima nómina (...). En el momento en que se nos quite un duro, vamos a la huelga, eso lo tenemos claro", ha zanjado.
Críticas al Gobierno local
Por su parte, los portavoces municipales de Marea de Vigo y BNG, Rubén Pérez y Xabier Pérez Igrexas, que han participado en la concentración de los trabajadores, han criticado la "inacción" del gobierno local ante este conflicto y han reclamado el rescate de la concesionaria.
Rubén Pérez ha advertido de que la empresa ha recibido el año pasado 21 millones de euros en subvenciones y que "tiene prestados varios millones" a otras empresas del grupo Avanza, lo que supone un "quebranto patrimonial de los recursos de los vigueses, para justificar que la concesión no es rentable". "Lo mejor que puede pasar es que quiebre Vitrasa y se rescate la concesión para sacarla como servicio público municipal", ha incidido.
Según ha subrayado, "con los números en la mano", los argumentos de Vitrasa para el 'descuelgue salarial' "son una auténtica mentira", y ha criticado que el gobierno local se limite a decir que se trata de un problema "entre una empresa y sus trabajadores" cuando es la administración de licita y contrata. Además, ha advertido, "la conflictividad en las concesionarias municipales va en aumento", y ha pronosticado problemas en servicios como el SAF o Parques y Jardines.
Mientras, el concejal nacionalista Xabier Pérez, ha incidido en que Vitrasa recibe cada año "12 millones de euros de subvención directa" por parte del Concello, que es casi la mitad del coste de explotación, además de toda la recaudación", y ha criticado que el gobierno municipal, ante la intención de la empresa de reducir el salario de la plantilla, "no ha sido capaz de decir una sola gestión concreta que hayan hecho para impedirlo".
"No valen solo las buenas palabras del alcalde o pasarle la mano por el lomo a los trabajadores, hay que actuar con determinación y firmeza, y si a Vitrasa no le conviene y no le es rentable, que se resuelva la concesión", ha sentenciado.