Mondariz-Balenario es el concello más pequeño de España. Ubicado en el interior de la provincia de Pontevedra, su historia se circunscribe al recinto termal que le otorga su apellido. El único caso en el mundo.
El Balneario de Mondariz se remonta a 1873, cuando se inaugura como un centro pionero del termalismo gallego. Su gloria llegó en plena Belle Epoque y después inició una carrera hacia el abismo en el que el propio edificio del Gran Hotel acabó entre llamas. Hoy, completamente renovado, vive un nuevo esplendor como capital termal.
Los hermanos Peinador son los grandes artífices de lo que hoy es el Balneario de Mondariz y todo su entorno, cuando en 1873 el agua de sus manantiales fue declarada de utilidad pública por el Gobierno de España, convirtiéndose así en la única villa termal española. Un proyecto llevado a cabo por el arquitecto Antonio Palacios, responsable de algunos de los edificios más emblemáticos de Madrid, entre ellos el actual Ayuntamiento de la capital.
El termalismo tradicional de los “aguïstas” de la Belle Époque trajo a Galicia a personajes como Isaac Peral, John Rockefeller II, Isabel de Borbón, el arzobispo de Westminster o el sultán Muley Haffid. El recinto también contó con ilustres de Galicia como Emilia Pardo Bazán o Castelao.
Su éxito lo llevó a rivalizar con los grandes balnearios de Baden-Baden, en Alemania, o Bath, en Londres y ser sede de importantes reuniones políticas de primer nivel. Sin embargo, tras la Guerra Civil, el espacio termal inició una caída en picado que finalizó con el incendio del edificio del Gran Hotel en el 73 y su cierre para iniciar un proceso de reforma, modernización y rehabilitación de todo el entorno.
Tras pasar por un bache que lo llevó a perder su posición de relevancia internacional, hoy la dirección ha logrado recuperar parte del esplendor perdido gracias a un circuito termal basado en la tradición Celta y el Palacio del Agua, un spa de 3.000 metros cuadrados de piscina interactiva o un campo de golf de 18 hoyos. Una gestión propia por parte de los propietarios, que recuperaron la concesión a una empresa hotelera privada, que ha logrado revitalizar los mejores momentos del balneario. Es el coruñés Javier Solano Rodríguez-Losada el que dirige la nueva aventura, reconocida por los premios Mejor Balneario de España 2005 y 2006, Mejor Alojamiento de Galicia 2007 y Conde Nast Traveler que lo destacó como Mejor Spa de España 2012.
Debido a ello, Mondariz Balneario es el municipio que proporcionalmente más crece en Galicia en los meses estivales. Al repunte del 60% de habitantes, que pasan de 697 a 1.111 en los meses de julio, agosto y septiembre ocupando casas de verano y apartamentos, según los datos publicados por el IGE, se le suman los turistas que se alojan y disfrutan de los servicios de Balneario de Mondariz, que ascienden a 17.000 personas en ese periodo, y los visitantes diarios que se acercan a conocer los edificios históricos de la villa termal que superan el millar de personas.
Un turismo que, desde el Balneario de Mondariz definen como “de calidad al no estar focalizado en el mismo espacio, por contar el establecimiento termal con diferentes servicios que hace posible un descanso vacacional lejos de la masificación de la costa”.
Todo, eso sí, se lo deben quizá a la riqueza del agua. Mondariz, es un agua con historia que mantiene desde principios del siglo XX su propia marca. Las aguas mineromedicinales del entorno destacan por su composición bicarbonatadas, carbogaseosas y ferruginosas, únicas en España a la hora de luchar contra el envejecimiento, tanto a nivel físico como estético. Una realidad recientemente destacada por un estudio realizado por hidrólogos que reconocen la calidad de las aguas termales pontevedresas y que tienen en esta villa termal la referencia del termalismo. Unas aguas también recomendadas para patologías crónicas (reumatológicas, respiratorias, dermatológicas, digestivas).
Mondariz-Balneario ha logrado así escribir su historia propia siempre ligada a los 145 años de historia del Balneario, sus aguas y su singualidad que lo hacen único en el mundo.