El Centro de Investigación en Nanomaterias y Biomedicina, CINBIO, de la Universidade de Vigo es una de las nueve entidades seleccionadas para participar en el consorcio europeo Adaptation, financiado con 3,6 millones de euros de ayudas Pathfinder de la Unión Europea y que tiene como principal objetivo la creación de los nuevos dispositivos “que marcarán el futuro de la energía solar”, aseguran desde la institución. Lo harán inspirándose en los procesos naturales de gestión energética más eficientes de la Tierra: la fotosíntesis y el enfriamiento radioactivo terrestre.
El proyecto arrancó este mes y en él la participación viguesa llega de la mano Grupo de NanoBioMateriais Funcionais, FunNanoBio, dirigido por la catedrática Isabel Pastoriza Santos, quien explica que su grupo de investigación acercará a este proyecto toda su experiencia en Química Coloidal y Materiales.
“Nuestra principal labor va a consistir en desarrollar partículas basadas en pigmentos y colorantes capaces de captar energía solar y con capacidad de refrigeración, que después serán empleados para fabricar los dispositivos sostenibles que generen electricidad y regulen su temperatura”, destaca la docente de la Facultad de Química, quien cuenta con una larga trayectoria investigadora en el campo del diseño y aplicación de materiales nanoestructurados durante más de 20 años, realizando aportaciones relevantes en la síntesis de nanopartículas de oro y plata mediante la Química Coloidal.
Apto para todo tipo de superficies
Coordinado por la Universidade do Minho y con socios de cinco países -Portugal, España, Francia, Austria y Países Bajos-, Adaptation contribuirá a lograr una economía limpia y resiliente frente al cambio climático produciendo “el primer material captador de luz apto para todo tipo de superficies y adaptable a todas las zonas geográficas de Europa”, aseguran desde la UVigo.
Por delante, según explica la universidad, quedan cuatro años de trabajo en los que “la idea es llegar a crear una serie de dispositivos que absorban la energía solar para convertirla en electricidad al tiempo que sean capaces de enfriarse a sí mismos, evitando pérdidas de energía”. Para conseguirlo “se trabajará a nivel molecular de la misma manera que se organiza el tejido fotosintético natural de cara a generar esos nuevos materiales que serán la base de los nuevos dispositivos”, explican. Esos futuros aparatos estarán formados por varias estructuras nanométricas y tendrán las propiedades necesarias de absorción y transporte de energía, así como de control térmico.
Nueves entidades de cinco países
Adaptation está financiado con las denominadas ayudas Pathfinder de la Unión Europea, destinadas a la financiación de proyectos disruptivos que apoyan el desarrollo en fases iniciales de tecnologías futuras, basadas en investigación de alto riesgo y alta ganancia de tecnología.
En este caso participan nueve entidades de cinco países distintos: la Universidade do Minho y el Laboratorio Ibérico Internacional de Nanotecnología (INL), por parte de Portugal; la Universidade de Vigo, el CSIC y las empresas Avanzare Innovation Tecnológica SL y Cooling Photonics; la Universidad de Estrasburgo, por parte de Francia; la Universidad de Utrech, de los Países Bajos, y la empresa Sunplugged-solare Energiesysteme, de Austria.
La investigadora principal del proyecto es la gallega Sara Núñez Sánchez, experta en Nanofotónica. Después de diferentes estancias internacionales (Bristol, Exeter...) esta investigadora formó parte hasta 2023 del plantel investigador del CINBIO, donde ya colaboró con Pastoriza en diferentes proyectos de investigación, entre ellos Catarsis, dirigido también a “desarrollar los fundamentos de una nueva tecnología de captación de energía solar inspirándonos en la naturaleza, más concretamente, en como la energía es capturada y transportada en la fotosíntesis”, explica.