La Xunta cambiará el topónimo de A Cañiza, que pierde la "ñ" y tendrá nueva forma oficial

Concello da Cañiza

La Xunta y la Real Academia Galega quieren cambiar 2.532 topónimos de Galicia. La propuesta, que deberá pasar por el Consello y después ser publicado por el Diario Oficial de Galicia (DOG), implicará modificar el nombre oficial de numerosos concellos, parroquias o lugares que deberán adaptarse al nuevo registro oficial recogido en el Nomenclátor de Galicia. Se trata, en palabras del conselleiro de Cultura, José López Campos, de un trabajo "imprescindible" que busca que no se peirda la "riqueza toponímica".

Tal como explicó el conselleiro, se evaluaron las conclusiones derivadas de la actualización del trabajo realizado en el año 2003. En total se estudiaron 4.398 topónimos, dictaminando la modificación del nombre de 14 concellos, 183 parroquias y 2.335 lugares. Entre los hechos públicos, destaca el caso de A Cañiza, que de aprobarse la modificación, deberá sustituir la "ñ" por la "n" para pasar a ser A Caniza. También llama la atención de Cangas de Morrazo, en lugar de "do Morrazo" o Castro Caldelas, que pasaría a denominarse O Castro de Caldelas.

Otras de las propuestas son A Ribeira de Piquín, Alfoz de Castro de Ouro, Cerdedo Cotobade, Mondariz Balneario (pierde el guion), O Campo Lameiro, O Porto do Son, O Riós, Oza Cesuras o Pastoriza.



Asimismo, el representante del Gobierno gallego agradeció la implicación de la Real Academia Galega y la participación ciudadana para recuperar cerca de 90.000 microtopónimos y “salvaguardar la identidad que nos define como pueblo y difundir la relevancia de conservar la denominación de nuestros lugares como parte fundamental de lo que somos como gallegas y gallegos”. En este sentido, precisó que el trabajo hecho por la Comisión permitió incorporar 1.655 nuevos nombres con respecto al último documento elaborado en 2003, alcanzando así un total de 42.909 registros.

Una vez completado este trabajo, López Campos mostró el compromiso de la Xunta de Galicia para iniciar los trámites destinados a elaborar un documento que recoja también los nombres relacionados con los mares, océanos y costas de Galicia, “necesario por la gran vinculación de nuestra tierra y de nuestra gente con el mar, y que cobra aún más sentido después del traspaso a la Comunidad de la gestión del litoral”, especificó.

¿Cómo se realizó el estudio?

Para realizar este trabajo se partió de la base de datos del Nomenclátor de Galicia oficial desde 2003 y se cruzó con la base de datos toponímica del Instituto Nacional de Estadística, conocida como NomenINE, además de contar con las aportaciones de la sociedad, que ayudaron a georreferenciar la microtoponimia. Durante el proceso, se analizaron tanto cuestiones lingüísticas, como la ausencia del artículo en el nombre oficial —llegando a estudiar 4.398 topónimos—, como cuestiones geográfico-administrativas, referidas a problemas de localización o categorización poblacional, con un total de 13.788 revisiones.

Los criterios seguidos se basaron en la etimología, la documentación histórica, la tradición gráfica consolidada en los últimos dos siglos y el uso oral y escrito que hace la vecindad del topónimo. En la revisión también se tuvo en cuenta el respeto por la forma dialectal de cada lugar y, además, se trataron de corregir los errores detectados en el Nomenclátor de 2003, fundamentalmente en lo relacionado con el uso de los artículos.

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