La Xunta licitó por un importe inicial de 133.538,58 euros el servicio para la eliminación de especies exóticas invasoras en las islas Cíes, Ons y Sálvora del Parque Nacional marítimo terrestre das Illas Atlánticas de Galicia, unos trabajos que se centrarán en las dunas grises fijas y en su hábitat de contacto con el fin de garantizar su estado de conservación favorable.
Con una vigencia de 33 meses, este contrato se enmarca en los trabajos que se están desarrollando en el marco del "LIFE Insular", un proyecto trasnacional cofinanciado con fondos europeos en el que participan España e Irlanda y que tiene como fin alcanzar la restauración integrada de hábitats insulares del Océano Atlántico.
Para lograr estos objetivos, la iniciativa prevé ejecutar sobre el terreno una serie de actuaciones centradas en los tipos de hábitats insulares 2130 y 4030, correspondientes a las dunas costeras con vegetación herbácea y a los “queirogais secos europeos" (brezais).
La licitación que se acaba de publicar se corresponde con este tipo de trabajos in situ y permitirá darles continuidad a las labores acometidas ya en el último año y medio en los tres archipiélagos gallegos sobre la flora terrestre exótica invasora (acacias, margarita africana, etc.) y que inciden de forma muy beneficiosa en el estado de conservación de los hábitats mencionados.
En concreto, el servicio incluye la realización de acciones para la mejora de la estructura y funcionalidad de dos tipos de hábitats propios de estas islas a través de la eliminación y control, mediante métodos manuales, de flora invasora.
La empresa que se haga cargo del servicio, cuya duración se extenderá desde la firma del contrato hasta noviembre del año 2026, deberá disponer para la realización de los trabajos programados de un mínimo de seis peones especialistas y un responsable técnico al frente del equipo de campo.
Desde la Xunta recuerdan que el objetivo principal del proyecto “LIFE Insular” es promover un estado de conservación favorable de los hábitats de islas pertenecientes a la Red Natura 2000 en el Océano Atlántico, al tiempo que se aumenta su resiliencia como medida de adaptación al cambio climático.
En este sentido, se busca minimizar a medio y largo plazo el impacto de posibles perturbaciones externas sobre las zonas de actuación como riesgo de vendavales, erosión eólica catastrófica, entre otros, y se buscará también una recuperación del paisaje natural de estas islas con el reto de revertir la situación a la que había 70 años atrás. En concreto, se ponen el foco de atención sobre ocho Zonas de Especial Conservación (ZEC) localizadas en cinco islas que son, además de las tres gallegas ya citadas, Lana Graciosa, en Canarias, e Irlanda.