Ni una sola mención para los carnavales del sur de la provincia de Pontevedra. Los folletos distribuidos por la Xunta de “carnavales en Galicia” omiten por completo las celebraciones más históricas o populares que se celebran en algunos de los concellos del área metropolitana de Vigo, a excepción del Carnaval de Cobres (Vilaboa), fiesta de interés turístico.
Aunque ninguno de nuestros carnavales ha logrado la calificación de Fiesta de Interés Turístico, como ocurre con los grandes entroidos de Ourense, Vigo y su área sí cuenta con celebraciones históricas, con ADN propio y muy multitudinarias que no han sido tenidas en cuenta por el gobierno autonómico. Sin embargo, sus folletos sí incluyen otros entroidos que tampoco cuentan con la etiqueta de interés turístico como el Ravachol de Pontevedra o Os Choqueiros de A Coruña.
Los casos más clamorosos
Entre las ausencias, destaca el histórico enfrentamiento entre Castro Barreiro y A Feira, en Salceda, que se remonta, al menos, a 1888. Aunque en la actualidad se ha visto fuertemente influenciado por el estilo brasileño, a modo de dos grandes comparsas, este carnaval es uno de los más antiguos y populares de área de Vigo. Cada año, los vecinos de los dos barrios se retan para lograr la agrupación más llamativa y vistosa del Entroido. Tampoco faltan los constantes “piques” y referencias al barrio contrario, con un sano enfrentamiento que finaliza con la proclamación del ganador.
Además, Salceda se ha esforzado por recuperar otra de sus citas más enxebres. El Rancho do Entruido regresó el pasado año para devolver las tradicionales figuras de cabaleiros, damas, danzantes y mamarrachos que estuvieron prohibidas durante el Franquismo.
Otra de las ausencias destacadas es la de O Merdeiro vigués. Se trata de una de las figuras más transgresoras, desobedientes e incontrolables de los carnavales. Olvidada durante casi todo el siglo XX, O Merdeiro volvió a las calles de la urbe gallega gracias a la Asociación Etnográfica A Merdeira.
Esta figura representa otra de las eternas rivalidades: la de los marineros y los agricultores. Su influencia se centre en O Berbés y el Casco Vello donde se vuelven incontrolables y obscenos metiéndose con todo aquel que se encuentren a su camino. Forman parte de ese Entroido más auténtico e incómodo que los llevó a estar prohibidos desde la década de los 20.
Otra de las citas especiales se encuentra en Goián donde su Entroido cuenta con toda ritual que lo hace peculiar. Desde la “pedida” casa a casa a las carretillas convertidas en carroza pasando por su sopa de carnaval y el Enterro da Taíña. También en Tomiño, destaca el Venres de Foliada, un espectacular desfile de charangas y comparsas que abre los carnavales con más de 1.500 participantes en un municipio de tan solo 13.000 personas.
Y por último, hablando de entierros, el área de Vigo cuenta con su particular velatorio urbano con la despedida de la Sardiña en Moaña. Una tradición que atrae cada año a miles de personas para ver arder a este pez sobre las aguas. Un llamativo espectáculo precedido por un desfile de charangas que permite despedirnos del Entroido hasta el próximo año.