Caballero anuncia que la zona de pago de los conciertos de Castrelos estará limitada a vigueses en 2019

Las entradas de pago para los conciertos de Vigo en Festas en Castrelos cambiarán radicalmente su sistema de venta. Tal y como publicó Metropolitano.gal el pasado 12 de julio, y ahora ha confirmado el propio alcalde en una entrevista radiofónica, el año que viene las entradas se venderán a través de un sistema de sorteo.

“Los que trabajan no pueden estar metiéndose en internet por la mañana cuando salen las entradas”, asegura el regidor olívico, por lo que el Concello ha tomado la decisión de modificar este sistema de venta, por otra parte, habitual en todos los grandes conciertos y festivales.

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Pero hay más. El acceso a la zona de pago será exclusivo para vigueses. En declaraciones a Radio Vigo, Abel Caballero aseguró que “hay que limitarlo [el acceso a la zona de pago] a la gente de Vigo”.

Hace unas semanas el alcalde ya apuntó a la creación de un sistema de venta de entradas diferente “que dé igualdades de oportunidades” y ahora confirma el cambio al modelo de sorteo exclusivo para empadronados.

Así, el proceso funcionará con un sistema de reserva, al que todos los vigueses y viguesas podrán anotarse durante un periodo de “dos o tres días”. A partir de ahí, se sortearán las entradas para un recinto con un aforo de en torno 5.000 personas.

La medida más polémica será precisamente que la reserva estará limitada a “personas de Vigo”. A lo largo de la entrevista, Caballero asegura estar “encantado” de que los asistentes sean de fuera de la ciudad, pero limita su presencia a la zona gratuita de las gradas. “Todo el mundo que quiera va gratis”, zanjó.

La medida promete crear revuelo tras el cambio en el sistema de tarjetas de transporte urbano con la Pass Vigo, limitando el bono descuento solo a empadronados. La decisión fue anulada por el Juzgado de lo Contencioso Administrativo número 1 por considerarla “discriminatoria”. En esta línea, el Gobierno de Cangas envió una carta a la FEMP y a la FEGAMP tachando el comportamiento del regidor olívico de “racista”.