Por segunda jornada consecutiva, el centro de Vigo ha vuelto a llenarse hasta la bandera de miles de personas que se acercaron a la ciudad para disfrutar del alumbrado navideño. La jornada se esperaba ya caliente tras el colapso total vivido en la jornada de ayer lunes, cuando todos los accesos por carretera quedaron prácticamente bloqueados ante la masiva afluencia de visitantes. Este martes, el Concello aprendió de algunos de los errores y desplegó a más efectivos policiales, que permitieron mantener inicialmente cierta fluidez en la Gran Vía o en el cruce de García Barbón con República Argentina, pero la masiva llegada de vehículos volvió a derivar en un importante bloqueo del centro y de los accesos.
La peor situación se vivió ya a media tarde en la AP-9, con todas las opciones de acceso bloqueadas de vehículos. Las luces rojos de los frenos se han convertido ya en una imagen más de la Navidad viguesa, con cientos de coches esperando para poder entrar desde la Autopista del Atlántico. La congestión se concentró entre la raqueta de Teis y el Vialia, con colas kilométricas. Estas colas derivaron además en tráfico muy lento y congestión en los túneles de Beiramar y la Paellera. En la Avenida de Madrid las retenciones comenzaron algo más tarde, en torno a las 19:00 horas, y la actuación policial en Gran Vía permitió desatascar algo el tráfico. En cualquier caso, las retenciones fueron también muy significativas.
En pleno centro urbano, uno de los puntos más complejos volvió a estar en el cruce entre Magallanes, Urzáiz y República Argentina, donde curiosamente no hubo ningún agente agilizando el tráfico hasta las 19:20 horas. La masiva llegada de vehículos desde las tres calles provocó un importante atasco en el cruce, que los semáforos eran incapaces de gestionar con fluidez. También hubo problemas en Venezuela y la rotonda del Bicentenario, así como en Vía Norte y las zonas adyacentes al Vialia. Por descontado, los aparcamientos subterráneos de pago volvieron a hacer el agosto -o quizá "la Navidad"- ya que de nuevo tuvieron un regalo inmejorable en forma de "completo" durante toda la tarde. Su facturación sigue, por tanto, disparada gracias al efecto del alumbrado.
A pie de calle, muchos de los que se acercaron a disfrutar de la Navidad de Vigo se sorprendían a partes iguales de las luces y de la masiva afluencia de turistas. Lo cierto es que, de nuevo, el poder de atracción de las luces de Navidad fue incuestionable y por segunda jornada las calles estuvieron llenas de personas que recorrieron el kilómetro cero de la Navidad. La masiva llegada de visitantes lo atestiguan las cifras oficiales de entradas al Belén de Casa das Artes, con más de 100.000 visitas en lo que va de fiestas.